BITCH || FREENBECKY

Beso

BECKY

¿Sabes cuando te quedas ciego de rabia? Así es como me quedé cuando vi que Sam no tuvo consideración en hacer su trabajo después de que yo fuera a ayudarla. Pero, ¿qué esperar de una prostituta?

Estaba en el auto con la cabeza apoyada en el volante. Mi corazón parecía que iba a rasgarme el pecho y salir corriendo. Tenia tantas ganas de golpear a ese tipo. ¿Cómo puede pensar solo en el sexo? ¡La noche aún no ha llegado! Miré de un vistazo a ese tipo que salía de la puerta del apartamento, parecía enojado. ¿No lo entiendo, ya has tenido sexo, has bebido y todavía quieres salir disgustado? Imbécil.

Mi mente me estaba torturando para subir de nuevo y hablar con ella mejor, aunque sea para disculparme por lo que dije. Pero el orgullo era peor, mis dedos ya estaban en la llave colgando del auto. No puedo creer que esto me esté pasando. Le di un puñetazo al volante haciendo gritar la bocina. Algunas personas estaban mirando alrededor de la calle para saber de dónde salió ese ruido.

Salí del auto bloqueándolo y volví a entrar en su apartamento. El portero ni siquiera me detuvo. Debe pensar que soy su cliente. Fui pisando fuertemente  los escalones de la escalera, descargaría mi rabia en eso.

:- ¿Qué diablos estás haciendo? - Sam Se soltó bruscamente de mis brazos. Me alejé un poco más de ella mirándola fruncir la frente.

:- ¡Lo siento! Me enfadé, solo quería un abrazo.

:- ¡Casi me quitas la toalla, idiota! ¿Estás tan necesitada? Busca un chico para ti, no voy a resolver tu necesidad. No uso amor, soy una prostituta, ¿recuerdas?

:- Sam lo siento no quería besarte, estaba enfadada.

:- Siempre haces lo mismo. Está enfadada, me ofendes. Luego viene con esta cara a disculparte y en menos de dos minutos, me maldices de nuevo. ¿Eres bipolar? o que ?.

:- No. Simplemente no sé cómo lidiar con...

:- ¡¿Con una prostituta?! Becky. ¿Tienes 17 años o 2? Tu padre te elogió tanto, dijo que eras hermosa por dentro y por fuera, ¡pero en realidad eres hermosa por fuera y podrida por dentro!

:- ¡Cállete! - La empujé de nuevo contra esa mesa de su cocina. Prensé mi cuerpo al suyo y de inmediato acerqué mis labios a los de ella. Si ella no se callaba, lo haría. Tome su nuca iniciando un beso feroz. Descontando toda mi rabia allí. No quería saber si iba a recibir una bofetada o si intentaría matarme por que ella no besaba a sus clientes. Sentí que su mano aterrizaba en mi cintura tirando de mí para intensificar el beso. Sus labios eran tan suaves que los mordí para asegurarme de que eran de verdad. Apoyé mis dos manos en la mesa sin tocar a Sam. No tendría el valor de empujarme así, no ahora. Sentí como clavo sus uñas en mi cintura. Volví a morder sus labios tirando de ellos hacia mí. Sus ojos estaban como si ella los obligara a estar cerrados.

Su lengua totalmente sedienta tocando la mía, haciendo que nuestras respiraciones se mezclen sin control. No quería detener ese beso, pero ella giró la cara haciendo que mis labios tocaran su mejilla. La estaba mirando aún cerca de su cuerpo.

:- ¡Vete !- me empujó

:- Pensé que estábamos hablando.

:- ¡Sal de mi maldita casa! - Me gritó. Di unos pasos atrás aún mirándola. Se había enfadado por lo que hice. No pude evitar verla limpiarse la boca como si estuviera disgustada. De alguna manera, eso me molestó. Nunca sentí disgusto por ella, ¿por qué se sentiría disgustado de mi?

Salí de su apartamento dando un portazo, bajé las escaleras. ¿Por qué estaba perdiendo mi tiempo viniendo? Podría estar en mi vida de aburrimiento junto a Jenna que siempre me hacía reír por cualquier cosa. Puse la cabeza en el volante respirando profundamente. Escuché mi celular sonar en mi bolsillo. Vi que había llamadas perdidas de Jenna.