Olvídate de Sam y quédate conmigo

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FREEN

Pasé toda la madrugada despierta con esta maldita fiebre que no bajaba. No puedo olvidar a Nam que pasó la madrugada en claro dándome un baño y un té horrible. La misma decía que era bueno para bajar la temperatura.

:- ¿Está mejor? - Me desperté de mis pensamientos al verla entrar en la habitación. Su cabello estaba mojado, goteando sobre sus hombros cubiertos por una chaqueta gris. Dejó su celular en el banco junto a la cama y se sentó en la punta.

:- Creo que sí. - Susurré contra la almohada. - ¿A dónde fuiste?

:- Estaba en la ducha y luego Heng me llamó. - Se detuvo. - En un rato amanece, intentaré llevarte al hospital.

:- Ah, no. El hospital no- me negué

:- Freen, es por tu bien.

:- Sólo he cogido un resfriado.

:- No. - Se curvó para tocarme la frente y suspiró. - Esta fiebre es emocional. Te pusiste nerviosa porque Becky no te respondió.

Cerré los ojos rápidamente para sentir sus manos heladas en mi frente. Nam parecía somnolienta y muy cansada. Pobrecita, pasó la madrugada en claro para cuidarme. No clavó los ojos ni un minuto, porque cada vez que mi fiebre subía, lo que la hacía aún más preocupada.

:- La extraño Nam.

:- Cualquiera se daría cuenta de eso, pero tienes que estar bien para recibirla de vuelta. Becky volverá pronto del campeonato.

:- Pero no sabemos si va a hablar conmigo. - Suspiré. - No sé qué más hacer. Estoy enfermo...-

:- De amor. Lo sé- dijo Nam





*********





:- Hey. - Una voz susurrada sonó en mis oídos. Suspiré exhaustivamente y me moví por la cama para evitar más toques provenientes de las manos heladas.

Cielos, Nam. Estoy bien, solo déjame dormir en paz. No necesito ir al médico.

Escuché una risa tranquila de fondo y la cama se hundía a mi lado. ¿Sabes cuando estás en una parte del sueño que no quiere abrir los ojos por ningún motivo? Pues...

:-Nam, déjame dormir.— Me quejé. Esa misma risa se soltó cerca de mis oídos, haciéndome encogerme de hombros y soplar enfadada. Sentí que algo me calentaba la mejilla durante unos segundos, obligándome a esconder mi cara en la manta.

:- No quiero más té, eso es un...

¡Mierda!

Abrí los ojos con mucho costo e inmediatamente me alejé asustada hacia el rincón de la cama. Fruncí el ceño y me froté los ojos para asegurarme de que estaba viendo bien. Sentí que mis mejillas se quemaban y las mariposas se retorcían en mi estómago de forma dolorosa.

¡Cielos! Me desmayaría en cualquier momento. Becky estaba arrodillada frente a mí, con los brazos apoyados en la cama y esa maldita sonrisa en su cara.

Mis piernas temblaban tanto, mi corazón palpitaba, haciendo que todo mi cuerpo sudara y un calor anormal subiera. Debería tener más fiebre.

:- Siento despertarte así... Necesitaba ver cómo estaba- dijo

La fiebre debería estar haciéndome delirar...

:- Yo... ¡Oh, maldita sea! - Sequé algunas lágrimas y seguí mirando a la castaña apoyada en la cama. En serio. Estaba emocionada de verla aquí frente a mí. Era tan hermosa. No sé si es la nostalgia, pero realmente era hermosa. El pelo atrapado en una cola de caballo, una sudadera verde con el símbolo de Corleone y un pantalón del mismo color. Parecía haber dejado todo y haber venido aquí.

BITCH || FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora