BITCH || FREENBECKY

¡Puta, mil vezes Puta!

Maratón 6/6

BECKY

Fijé mi mirada a la suya después de que ella se quitara la máscara de la cara. Su respiración falló mientras esperaba cualquier tipo de reacción de mi parte.

Tenía que ser...

Mi corazón ardía en mi pecho al apuntar a esa cara que tanto admiraba. Sabía que esa voz era familiar. Ese olor a algodón de azúcar era más que conocido. Se humedeció los labios con la punta de la lengua y tragó seco.

Pero, por supuesto, que ella estaría aquí, es su hábitat natural. Es de aquí donde saca el dinero, aquí es donde satisface la voluntad de sexo. Así que no tienes ganas de ir tras lo que haa perdido.

:- ¡Perra! - Dije lo único que podía pensar ante sus ojos negros. Me levanté en un golpe y la solté de mi regazo, haciéndola caer al suelo.

Salí de esa habitación a toda prisa, dejándola en ese estado mientras yo corría todo lo que podía. Me arrastré hasta el exterior del pasillo y miré a una puerta gris al final. Estaba viendo todo girar, haciéndome sentir náuseas.

¿Sabes cuando tu corazón late tanto hasta el punto de que no lo sientes? Bueno, el mío esta así. Por ella. Por mí. Por todo lo que acababa de suceder. No estaba así por el nerviosismo o la nostalgia. Sentía rabia. Asco de verla cometer el mismo error. Sam se estaba prostituyendo de nuevo. Por supuesto, eso es lo que tanto quería de vuelta. Estoy segura de que no podía esperar a que lo descubriera todo y la dejara para siempre.

¡Diablos! ¿Cómo pude enamorarme de esa perra?

:-Becky! - Me di la vuelta al escuchar su voz en el fondo del pasillo. Me arrastré por la pared hasta una salida al estacionamiento. Sin parpadear, me detuve frente a mi auto, lo desbloqueé con la alarma y entré apresuradamente al verla acercarse.

Iré a cualquier lugar lejos de aquí. Luego Jenna y Emma me llamarían para recogerla con Macarena. Yo sólo... No quiero quedarme más aquí.

Sam todavía logró golpear el capó del auto, pero salí disparada chillando los neumáticos. Miré el espejo retrovisor desde arriba, dejando atrás la imagen de la pelinegra semidesnuda.

A la mierda sus sentimientos. A la mierda si en unos minutos se mata de tanto llorar. Ella no se preocupa por nadie, así que nadie tiene que preocuparse por ella.

Nadie. Ni Yo tampoco.

Sacudí la cabeza con la intención de retirar cualquier posibilidad de arrepentimiento. No volvería a intentar hablar con ella nunca mas.

Ni siquiera me detuve en las señales rojas, pasé directamente. Primero por estar de madrugada y segundo porque tenía prisa. Quería ir a algún lugar para refugiarme. Tratar de quitar cualquier pensamiento que me rodee sobre ella.

Estacioné mi auto frente a la playa. Solo el ruido de las olas que se rompían resonaba. Fue un intento de calmar mi cuerpo. Mi mente que trabajaba tanto y me martirizaba. Me quedé con la cabeza en el volante y por un descuido, dejé que bajara una lágrima.

*****

:- Sam! - Me metí en el medio de la puerta impidiéndole que se cerrara. Ella frunció el ceño y se alejó. Sus ojos brillaban con algunas lágrimas alrededor y ella se mordía la mandíbula. - Olvidé decirte una cosa...

:-Dime Becky.

:- Te sigo amando.

*****