¡Mierda!

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BECKY


:- ¡Soy yo! - Inmediatamente reconocí la voz de la persona que ahora estaba frente a mí. Era ella. Era Sam. Con un nuevo color de cabello que la dejaba más sexy de lo normal. Una blusa que dejaba a la vista su abdomen plano y el pantalón rasgado en sus rodillas.

¿Por qué cada día estaba más caliente, señor? Debería estar prohibido.

Mi estómago comenzó a girar y mi corazón latía tan fuerte que sentí el pulso en los dedos de los pies.

¡¿Cómo podría alguien hacerme sentir así?!

:- ¡¿Qué haces aquí?!- pregunté

:- ¿Es esa la forma de hablarle a la chica, Rebecca Armstrong? - Mi madre, como siempre. Sostuve la risa mientras tomaba sermones sobre cómo tener buenos modales.

:- He venido a hablar contigo Becky.

:- Ok. ¡Habla!- dije, mi madre me miró confundida.

- Eh..Quiero decir....¡¿Vamos?!- dije mi madre me miraba con un gran signo de interrogación en la cabeza.

:- ¡Oh! Ya vuelvo, señora Ashley. - Dijo Sam Mi madre asintió. Sam dejó caer la servilleta sobre la mesa y se acercó a mí esperando que empezara a caminar.

Pasamos por la sala de star en silencio, mi padre todavía estaba sentado mientras Yuki estaba jugando con sus muñecas.

:- Sami, ¿vas a venir a jugar? - Yuki corrió hacia ella que estaba a punto de subir los escalones. Se le pegó a las piernas. La miró con una sonrisa tan linda. Tomó a mi hermana en su regazo y le susurró algo en el oído.

- ¡No! Becky es aburrida, luego hablas con ella- dijo

:- ¡¿Soy yo qué?!- pregunté

:- Prometo que volveré para que podamos jugar mucho. - Mi hermana se bajó de su regazo por mucho costo. Yuki corrió hacia donde estaba y Sam empezó a subir las escaleras.

Me mordí los labios viendo una parte de su tatuaje descubierto debido a la camisa corta en el vientre. Su cintura va a cada lado a medida que subía los escalones, las manos apoyadas en la barandilla. El pelo rojo largo golpeando su cintura y su perfecto trasero casi cerca de mi cara. Esa mujer fue diseñada ciertamente por un gran artista. Demasiada perfección.

:- Habla- dije cuando llegamos a mi habitación con los brazos cruzados. Sam se apoyó a la puerta para mirarme de los pies a la cabeza. Se mordió los labios y tiró el cabello totalmente hacia un lado dejando su cuello en exhibición.

¡¿Por qué Diablos lo hace?!

:-Bueno iré al punto. ¿Tuvimos sexo ayer?- preguntó

Puse la mano delante de mi cara y empecé a reírme sin control. ¿Realmente cree que lo diré así, tan fácil?.

Pobrecita.

Ella cruzó los brazos  y me miró impaciente. Respiré profundamente, arreglé mi uniforme en mi cuerpo y volví a mirarla, ahora sin reír.

:- Han pasado muchas cosas Sam- dije

:- Tendré todo el tiempo del mundo para saber esta "tanta cosa". - Se alejó de la puerta. Aún con los brazos cruzados, se acercó a mí. No es que quisiera desafiarla de algo, pero ese pequeño juego se estaba volviendo bueno.

:- Sí, hemos tenido sexo. Has gemido tantas veces en mi oído. Sam, corriste dos veces en mi boca. - dije Depositando un dedo en mi boca lamiendolo con seducción. Ella me miró con la boca entreabierta.

BITCH || FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora