BITCH || FREENBECKY

Show Privado.

Maratón 4/6

BECKY

:- Mamá, por favor... - Caminé hasta mi cama para depositar la caja que Sam me había dado. - Emma y Jenna también van a esta fiesta. No voy a preparar nada.

:-. ¿Hará bebidas?- preguntó mi madre

:- Por supuesto. Es una fiesta, mamá. - La miré con una cara obvia. Abrí la enorme caja, dando la imagen de un vestido de tela suave y con diseños similares a imágenes típicas de Hawái.

:- ¿A qué hora volverá?

:- Tres horas.

:- ¡¿Tres horas después?!

:- Tres de la mañana mamá. -me reí. Ella cerró los ojos y suspiró.

:- Está bien... Está bien... - Levantó los brazos rendida. - Espero que se cuiden y tenga cuidado con lo que va a hacer en ese lugar. Incluso a los dieciocho, sigues siendo mi bebé.

Sonreí totalmente encantada y caminé rápidamente para anidarme en sus brazos. Apoyé mi cabeza en su pecho y sentí que sus brazos apretaban todo mi cuerpo. En todos mis cumpleaños mi madre se sentía sentimental. En el de Yuki no se quedaba tanto, tal vez porque mi hermana aún no estaba en la adolescencia, así que el enchufe aún no ha caído.

:- No te preocupes, mamá. - Besé la parte superior de su cabeza, me desenredé de sus brazos para tocar la tela en mi cama una vez más.

:- ¡¿Quién te dio esto?!- preguntó

:- Sam...

:- ¡Es hermoso! La chica tiene buen gusto. - Se curvó para tocarlo y alisar los dibujos. - Hablando de ella, ¿va a ir?

:- Si... ¡Va! Nos encontraremos allí. - tragué seco. Tengo que decirle a mi madre toda la verdad. Necesitaba sentarme y hablar con ella. No ahora.

:- ¡Genial! Así que ella te cuidará. Sami es una gran chica. — Caminó hasta la puerta y me lanzó un guiño. — . Te estaré esperando para ver cómo quedó este vestido.

:- Está bien. Te quiero. - Le sonreí y la vi alejarse y bajar las escaleras.

Alejé la caja rosa del lado del vestido y me senté para mirarlo unos minutos más. Toqué su barra sintiendo esos pequeños triángulos y formas típicas de los tejidos de Hawái.

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No contenía mi sonrisa. Acabamos de hacer el amor en Hawái, después de una pequeña discusión de celos, por su parte.

:- ¿Vienes? - Primero me levanté de la cama y traté de tirarla también, pero la misma suspiró y negó con la cabeza totalmente cansada.

:- ¿A dónde quieres llevarme? Todavía estoy débil.

:- ¡Te va a gustar!

Ella suspiró y se levantó totalmente derrotada. Tomé su mano tirándola hacia la parte del balcón y la apoyé en la barandilla.

A la mierda si nos verían desnudas en plena noche. Estamos frente a un inmenso mar, una luna maravillosamente iluminada, una brisa fresca y una mujer maravillosa frente a mí.

Toqué su abdomen ligeramente, besé su nuca y apoyé mis manos sobre la tuya en el trozo de hierro.

:- Mira dónde estamos... ¿Sientes que el viento frío golpea tu vientre? - Le susurré en el oído. Ella estuvo de acuerdo y cerró los ojos para apreciar aún más ese momento. Siempre siento este viento cuando estoy cerca de ti. No sé cómo lo conseguiste, pero todos los días me enamoro aún más de ti. Por tu forma miserablemente impredecible, por la forma en que cruza los brazos y me analiza de los pies a la cabeza. La forma en que me mira y la forma en que dice ciertas cosas.