BITCH || FREENBECKY

¡Ahora ha comenzado!

BECKY

Estaba mirando a Sam respirar súper fuerte con las manos cerradas. Algunas lágrimas corrían por su rostro, haciéndome sentir mal.

Mi mejilla ardía y palpitaba. Había recibido una bofetada de ella. Una bofetada en la cara. Ni siquiera mi madre me había golpeado y Sam lo hizo.

Por muy rápido que fuera, me dolió. Me tomo por sorpresa. Esta muy pega bastante fuerte.

¡Mierda!

:- ¿Por qué me golpeaste?- dije

:- Por tus malditas palabras. ¡¿Dices que estás enamorada de mi  y vienes y me dices esa mierda?!

:- Hablé sin pensar Sam- dije

:- Como siempre. ¿Por qué no desapareces de mi maldita vida? Estoy cansada de sentir esto siempre cuando te veo.

:- ¿Sentir qué?- pregunté

:- Sentir ansiedad, miedo y falta de aire. No sabes lo mucho que me derrito al ver solo tu cabello.

Suspiró. Me rasque la nuca tratando de entender a dónde quería llegar.

Me quité la mano de la mejilla y la mire cerrar los ojos con  fuerza.

:- ¿Mi cabello?- pregunté

:- ¡¿Tú entera, satisfecha?!- dijo

:- Creo que sí.

:- Me estoy volviendo loca. Lo estoy sintiendo todo a la vez- dijo

:- ¿A dónde quieres llegar con esto Sam?

:- Quiero llegar... - Suspiró. - Que odio, Becky. Todo lo que hice contigo fue sólo una idiotez. Idiotez no... Un trabajo, tal vez. Por mi parte no hubo sentimientos. No puedo soportar más todo esto. ¿Te cuesta entender que no estoy enamorado de ti? ¿Cuesta diferenciar lo que es hacer el amor y lo que es una simple mierda?

Negué con la cabeza parpadeando varias veces y abrí la boca para tratar de mejorar mi audición.

¿De que diablos estaba hablando?

:- Basta de fingir. Me cansé de tener que aguantarte. No piensas en las consecuencias de tus palabras. Mira la broma que hiciste junto con tu amiga. ¿Conoces la gravedad? ¿Y si me hubiera muerto de lo nervios? ¿Eh? No te importaría ¿no?, porque no soy de tu familia. De hecho, estarías disfrutando de orgasmos en los dedos de mi prima y ni siquiera te recordarías de mi.

:- ¿Por qué estás diciendo esto Sam?- dije

:- Porque eres una niña mimada. No piensas en tus padres. Ni siquiera piensas en ti misma. ¡Crece! Crece mucho y hablaremos de mujer a mujer.

Sam pasó por mi lado golpeándome el hombro. Bajé la cabeza y solté un suspiro. Ese malentendido no fue culpa mía. Ni siquiera sabía que por eso me había llamado. Pensé que admitiría que sentía algo por mí, diciendo que también me amaba, pero no.

No soy una niña, sé diferenciar las cosas. Me preocupo por todos, no estoy mimada...

Las lágrimas empezaron a rodar debajo de mi cara. Obligándome a pasar las manos para evitar que ella lo viera. Eso me había hecho tanto daño que sentí que mi corazón se rompía en cada pedacito.

Me giré en mis talones viéndola caminar por la cocina buscando algo.

Soy una completa idiota. Podría estar conquistándola poco a poco, pero siempre sigo haciendo estas cosas estúpidas que deberían estar haciéndole mucho daño. Como la otra vez en LA.