BITCH || FREENBECKY

Mal

BECKY

:- Mamá, calma. ¿En qué hospital están? ¿Qué tiene papá? - Escuchar eso dolería menos que recibir un disparo. Mi padre estaba en el hospital. Mi padre. Mi madre estaba llorando al otro lado de la línea. Mi madre nunca llora delante de nosotras.

:- Estamos en el Dr. Dormec. Parece que tuvo un infarto. Está inconsciente.

:- ¿Enfarto? Pero, ¿cómo? ¿Dónde está Yuki?

:- La dejé con su abuela

:- ¡Voy para allá!

:- ¿Cómo vas a salir de la escuela sin permiso, Becky?

:- Mamá eso no importa ahora.

:- Ok.- colgué el teléfono móvil y me apresuré a ir a la habitación donde estaba mi vestido que había usado ayer. El bendito estaba todo mojado y olía a bebida alcohólica.

:- ¿A dónde vas? - Sam se detuvo en la puerta mirándome.

:- Necesito salir. ¿Me puedes prestar algo ropa?

:- ¿Tu madre te está buscando?

:- No. - Me mordí la boca sosteniendo el llanto. Ella que se reía se detuvo en segundos cuando vio una lágrima caer en mis ojos. No sé si le hablaría.

:- ¿Qué ha pasa Becky?

:- Necesito irme, Sam. Yo... - Pasé los dedos en mi cara secando algunas lágrimas que se obstinaban en caer.

:- ¿Cómo vas a salir de aquí llorando? ¡Necesito saber qué pasó! - Se acercó tocándome las manos y tratando de mirarme a los ojos. Baje mi rostro para que ella dejara de mirarme. Quería irme pronto y ver a mi padre.

:- Luego hablamos, ahora tengo que irme de verdad. ¿Me prestas algo?

:- ¿Vas a volver aqui? - Me dio unos vaqueros y una blusa.

:- Creo que sí.

:- Ok.

Entré en su baño cambiándome rápidamente. Sam seguía de pie junto a la puerta. Su cara tenía un gran signo de interrogación tratando de entender lo que había sucedido. Tomé las llaves de mi auto y pasé por la habitación recogiendo mi celular en la mesa. Salí del apartamento dejándola sola y con dudas. Arranqué con mi auto hasta el hospital.

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:- ¿En que puedo ayudarla? - Una chica sonriente apareció en la puerta. Llevaba una bata blanca y llevaba una carpeta en sus manos.

:- Estoy buscando a Marco Arms...

:- ¡Ella está conmigo! - Escuché la voz de mi madre. Sus ojos totalmente rojos y su cara hinchada entregaban lo mucho que debió haber llorado.

:- Mamá. - La envolví en un abrazo tan fuerte. Empezó a llorar aún más. No lloraría ahora, no ahí delante de ella. Le mostraría que sería fuerte, independientemente de cualquier cosa. - ¿Cómo está papá?

:- Las cosas no están bien. Tuvo un infarto fuerte, está en coma inducido para no sentir dolor. Todo fue muy rápido, solo sé que cayó en la habitación desmayado.

:- ¿A qué hora sucedió esto?

:- Fue por la mañana. He intentado contactarte todo el tiempo.

:- ¿Comiste algo mamá? Si te calmas, todo estará bien y papá saldrá de esto.

:- No tengo hambre. ¡Quiero a tu padre!

:- Yo también, mamá. - La abracé de nuevo. Puse mi barbilla en la parte superior de su cabeza dejando caer algunas lágrimas. No podía perderlo ahora. Necesitaba ver crecer a Yuki, mi padre prometió que me vería graduada de la universidad, dijo que estaría allí para aplaudirme de pie.