Nervios

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BECKY

Hoy era domingo y, como siempre, estaba aburrida. Todos los domingos pasaba jugado en la habitación viendo algunos programas de humor que no había nada divertido. Mi madre acababa de salir con Yuki, iban a pasar la tarde en el patio de recreo. Ella me invitó, pero conseguí cualquier excusa, no tenía ganas de ir, aunque estaba aburrida.

:- Voy a la oficina del banco, ¿quieres ir a ayudarme? - Mi padre bajó las escaleras mientras arreglaba su grabado. Cuando era más joven, me encantaba ir a ayudarlo. Vivía picando papeles y fingiendo ser una gran dueña de un banco mundial. Cosas de niños. Mi padre trabaja en las finanzas de un gran banco de Miami. Está muy orgulloso de haber sido seleccionado para uno de los mejores empleados de ese lugar. Debe haber estado allí durante más de 13 años.

:- ¿Te quedarás allí hasta la noche?- pregunté

:- No, voy a resolver algunas cosas que quedaron pendientes. Volvemos antes de la cena.

:- ¿Espera a que me arregle? Prometo que será rápido.

:- No tardes. Estoy casi atrasado.

Subí las escaleras rápidamente, entré en mi habitación acariciando mi armario. Me fijé los ojos en un pantalón corto negro. Hace calor, sin duda dentro el aire estará encendido. Sacudí la cabeza sin estar de acuerdo y tiré la pieza a la cama. Una vez más, volví mi atención a unos jeans grises. Sería ella. No voy a montar un look para el banco. Tomé una camisa de tela fina negra y me puse mi all star blanco. Dejé mi cabello atrapado en el moño que estaba desde temprano. El calor y el cabello suelto definitivamente no coinciden. Guardé mi celular en mi bolsillo y baje a toda prisa porque mi padre ya me estaba gritando.

:- ¿Cómo va la escuela? - Preguntó ya dentro del auto. Su atención se centró en la calle mientras se golpeaba los dedos en el volante. Yo, que miraba la calle por la ventana y sentía que el viento golpeaba mi cara, lo mire.

:- Es normal. Gracias a Dios este año todo termina

:- ¿Quieres ir a la universidad ?

:- Todavía no lo sé. Es difícil ver algo que te dé un buen futuro.

:- ¿No tienes ganas de ir a la facultad de finanzas y trabajar conmigo en el banco?

:- Necesito ver, papá. Dame un poco de tiempo, ¿está bien?

:- ¡Como quieras! - Tiró del freno de mano. Me quité el cinturón y abrí la puerta mirando el gran edificio con la franja "City Bank Miami" en lo alto.

Todos los pelos de mi cuerpo se estremecieron cuando sentí el aire frío del ambiente. Por fuera parecía un lugar tan tranquilo y cuando pasabas por la gran puerta de cristal, solo oías teléfonos sonar varias veces, gente caminando por todas partes y algunos sentados esperando que su contraseña apareciera en el panel. Vi en una puerta escrito el apellido "Armstrong" en la parte delantera y mi padre se detenía al lado marcando su contraseña en una máquina cerca de su oficina.

:- ¡Cada día mejorando! - Me di la vuelta en mis talones admirando toda la oficina. Realmente desde hace un tiempo mi padre había crecido mucho en el trabajo. Su antigua oficina era un cubículo donde solo cabía su mesa y los papeles. Hoy en día puedes vivir dentro de ella.

:- Trabajé duro para conseguirlo- dijo mi padre

:- ¡Lo recuerdo muy bien! - Pasé mis dedos en un retrato mío que estaba sobre su mesa. Sonreí recordándome la época en que usaba el arco para todo. No importaba el momento, siempre lo estaba usando en la cabeza. Uní mi retrato con el de Yuki viendo lo parecidas que éramos.

BITCH || FREENBECKYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora