BITCH || FREENBECKY

¡Happy birthday, Sami!

FREEN

Bueno, hoy había llegado. Desafortunadamente. Estaba cumpliendo 23 años. Cada vez más vieja.

Recuerdo mi último cumpleaños. Pasé en una balada junto a Nam, Billy y Dimitri. Me llevaron a la fuerza, ya que comencé a odiar los cumpleaños. Era como un trauma. Pasé el mejor día lejos de mi madre, y antes me despertaba todas las mañanas con besos y el regalo que tanto quería.

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:- ¡Oye! ¡Despierta, pequeña! ¡Tengo una sorpresa! - Respiré profundamente y tiré a la manta para cubrirme la cara.

:- ¡Después lo veo! - Mamá Murmuré. Escuché su risa pausada y luego salté de la cama al sentir que sus manos heladas me apretaban la barriga. Me rasqueé los ojos volviendo a la realidad al verla reírse. - ¡Mamá! - La reprendí.

:- ¡Feliz cumpleaños, Freen! - Se levantó en un golpe para mostrarme una bicicleta rosa con dibujos de barbie. El regalo que más he deseado en toda mi vida.

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Sentí algo calentar mis mejillas, obligándome a abrir los ojos para ver a una Becky sonreír. Me volví hacia el otro lado en un intento de volver a dormir. La escuché suspirar y una parte de la cama subir.

Bueno, ayer habíamos salido a un restaurante. Decidieron cenar fuera y todos insistieron en que fuera, ya que terminaron descubriendo que hoy sería mi cumpleaños. El lugar era maravilloso, frente a la playa, comida todo el tiempo, gente relajada y presentación hawaiana.

Me sentía más que especial, la atención dirigida a mí con derecho al pastel, felicitaciones en Havaiano e incluso me arriesgué a bailar el baile típico de aquí.

Ni siquiera puedo hablar de Becky, que me trataba como a una princesa y me mimaba todo el tiempo. El único problema fue que ella prometió que me llevaría a la punta de la playa para conocer algunas partes de ahí, solo que la pegajosa horrible la llamó para salir en una balada y no quise ir.

Sus primos prácticamente la arrastraron y con miedo, ella vino a hablar conmigo y yo exploté de rabia. Hablé un poco de mierda y me fui con sus familiares. Pasé toda la noche hablando con la abuela Sepi que es un amor y luego jugué con Yuki en el dormitorio.

Ni siquiera sé a qué hora había llegado.

¡Sí, estoy celosa!

Mi novia y yo se suponía que ibamos a conocer las piedras, pero....

Sentí que mi otra mejilla se calentaba y Becky se alejaba poco a poco. Su rostro estaba totalmente tranquilo y esa sonrisa tonta continuaba en sus labios.

:- Buenos días...amor- Susurró.

Me giré hacia el otro lado, saqué la sábana y me levanté de la cama en un golpe. Me puse las zapatillas y pasé rápidamente al baño.

:-Sami... - Suspiró. Pasó por la puerta entreabierta y se apoyó en la pared, poniéndose frente a mí. - ¿Lo siento? Sé que estás queriendo matarme.

:- Prometiste que me llevarías a las piedras, dijiste que me mostrarías todos los lugares para conocer, ¡pero preferiste salir con la loca aguada!

:- ¡¿Ya te he dicho lo hermosa que te pones cuando estas celosa?! - Rode los ojos y traté de pasar su
Lado ella, me tomó el brazo impidiéndome salir.

:- Compré tu regalo hoy temprano- dijo

:- ¡No quiero un regalo!- respondí

Le eché un último vistazo antes de tirar de mi brazo y salir a la habitación. Me di la vuelta a la cama para recoger mi celular, necesitaba ver si Nam estaba bien y si necesitaba algo.