BITCH || FREENBECKY

Luna de miel

FREEN

:- Puedes abrir los ojos. - Escuché la voz susurrada de Becky detrás de mí. Sus manos me tocaron la nuca, quitando el pequeño pañuelo que me cubría los ojos desde el momento en que llegamos al aeropuerto. ¡Cielos! Becky me hizo entrar en un aeropuerto con los ojos vendados. Detalle, fue un martirio caminar en un lugar que contenía nieve. Bueno, al menos descubrí algo.

:- ¡Dios mío! - Hablé totalmente deslumbrada al ver la enorme ventana de cristal frente a mí. ¡No! No estaba sonriendo a una simple ventana de vidrio, sino a lo que tenía más allá de ella. Estábamos en el lugar donde siempre he deseado. — ¡¿V-Me has traído a París?!

:- Sí. - Susurró. Tocó algunas trenzas, las tiró hacia atrás y depositó un suave beso en mi nuca. - Es perfecto para una luna de miel y siempre me dijiste que era tu sueño para ti conocer este lugar.

Sonreí abovedada al enorme cristal frente a mí, mientras Becky depositaba besos por mi nuca y pasaba las manos sobre mi vientre, envolviéndome en un abrazo acogedor.

:- Eres perfecta, Becky. ¡Cielos! Que perfecta eres.

:- Solo quiero hacerte feliz. - Susurró contra mi piel, haciendo que cerrara los ojos y me muerda los labios. - Te mereces todo lo mejor que hay en este lugar y haré cualquier cosa para que todo esto sea más perfecto de lo que ya es.

:- Estás a mi lado y sin importar el lugar, todo estará perfecto. - me Volví en mis talones para tocarte los hombros. Becky llevaba una hermosa sonrisa mientras algunos mechones de cabello alisaban su cara tranquilamente dentro de esa gorra gris. Presioné mis labios brevemente y pasé unos minutos admirando su rostro un poco enrojado por el frío que hacía afuera.

:- Si dijera que en este mismo momento mi corazón está soltando polvos de amor para enamorarme más, ¿lo creerías?- preguntó

:- Y si dijera que el mío soltó un camión entero, ¿lo creería? - Sonreí. Ella asintió y me acerco para que empezáramos un beso. Sus manos, que estaban en mi cadera, descendieron rápidamente hasta el lado de mi trasero, tirándome más hacia ella. Becky se movió, empujando la puerta con los pies y rápidamente, tomándome en su regazo para llevarme a la enorme cama doble de sábanas blancas. Me senté en la punta de la cama como una adolescente por miedo a su primera vez.

:- ¡¿Vamos a hacer algo diferente?! - Susurró cerca de mi cara.

:- ¡¿Qué?!

:- ¿Confías en mí? - Estuve de acuerdo. Becky se levantó rápidamente y me quitó la camisa de manga. Sin más preámbulos y en pocos segundos, estaba totalmente desnuda encima de esa cama esperándola.

Sentí que sus brazos pasaban por mis piernas y su cuerpo semidesnudo tocar el mío. Envolví mis brazos en su cuello y dejé que me llevaran al enorme baño de esa habitación. Cuando dije enorme, no estaba exagerando. El lugar era más grande que cualquier casa humilde por ahí. Además de tener una bañera en el medio. Por cierto, la bañera estaba llena, al lado de dos copas casi llenas de champán y rosas por todas partes. Iba a decir algo sobre ello, pero me puso con tanto cuidado dentro de la bañera con agua caliente, haciéndome soltar un largo suspiro y cerrar los ojos durante unos segundos.

:- ¿Fuiste tú quien tiró estos pétalos?- pregunté

:- No. El personal del hotel sabe que estamos de luna de miel, automáticamente arreglan todo para una pareja. - Sonrió amigablemente antes de quitarse los pantalones y la ropa interior. Tiré mi cuerpo hacia atrás, calentando cada parte descubierta y relajé los hombros. Becky puso el primer pie y entró con precaución frente a mí.

:- ¡¿Lo diferente es bañarnos en la bañera?! Creo que ya lo hemos hecho y..-

:- No, amor. - dijo, Se acercó rápidamente, haciendo que sus piernas tocaran las mías. Sentí que sus manos aterrizaban sobre mis hombros, empujando me hacia adelante y se acurrucó detrás de mí.