BITCH || FREENBECKY

Río Sena.

BECKY

:- ¡Amor, mira! - Señalé el enorme anuncio que cuelga en la pared. Estábamos conociendo algunas calles de París mientras intercambiábamos caricias y bromas.

:- Circo del horror. ¡¿Vamos?!- dije

:- No. - Rápidamente respondió. Sentí que sus manos tiraban de las mías y sus ojos se agrandaban con el enorme circo frente a nosotras. - Eso parece ser aterrador.

:- Fini, sabes que todo es mentira, ¿no?-

:- Lo sé, amor, pero... No me gusta. No me gusta tener mucho susto. - Suspiró. - Podemos volver al hotel, ver algunas películas bajo las sábanas y luego descontar el susto de la película teniendo sexo.

:- Esta es una propuesta tentadora. - Le di un Beso. - Pero quiero conocer este circo-

Sin parpadear, tiré de sus manos, haciéndola murmurar varias veces y arrastrándose por el camino opuesto. Sé que tiene miedo de estas cosas de monstruos anormales, pero sería genial. Bueno, parecía, ya que la cola era un poco grande. Compramos las entradas y tuvimos que esperar como todos. Freen estaba frente a mí mirando el enorme circo, pareciendo un niño asustado mientras sostenía mi mano sin dejar de mirar el lugar. Incluso era lindo verla con un enorme pico y las cejas fruncidas.

:- Amor, todavía tenemos posibilidades de rendirnos, volver al hotel y ver las películas- dijo

:- Fini, no hay nada demasiado aterrador dentro, todo es ficticio. Mira cuánto niño van a entrar y tú ahí con miedo.

:- Si me meo en los pantalones, ¿todavía me amarás? - Frunció el ceño mientras se movía impacientemente. Presioné mis labios sosteniendo la risa y Asentí.

:- En serio, Becky-

:- Amor, te estaré protegiendo todo el tiempo, ¿de acuerdo? No te preocupes, nadie se acercará para hacerte daño y si intentan asustarte, cierra los ojos y te guiaré.

:- ¿Lo prometes?

:- Lo prometo.— Susurré cerca de su rostro preocupado. Deje un beso en su mejilla y la empujé por la cintura, ya que la cola había comenzado a moverse. Nuestro turno estaba llegando, lo que dejó a Freen aún más desesperada para que eso terminara pronto. Era divertido y al mismo tiempo confuso. Ella vivió la mitad de su vida en una avenida aterradora, tratando con varios tipos de personas y ahora tiene miedo de los circos embrujados.

No es que quiera recordarlo, sólo... No lo sé.

Cuando se abrió la entrada, autorizando nuestro paso a la enorme puerta, Freen hizo todo lo posible para escapar, pero la sostuve  y comencé a decir cualquier cosa en su oído para calmarla. La parte delantera era realmente aterradora, no puedo negarlo, más aún con algunos payasos que nos habían llamado a entrar en la pequeña habitación. Mientras contaban sobre la historia del circo, miré a Freen varias veces mirando a todos lados tapándose los oídos. Realmente estaba asustada, pero lo que la hacía aún más hermosa.

:- Amor, no voy a poder- se quejó

:- ¿Confía en mí? - Susurré contra su nuca, lo que la hizo dejar de luchar y relajar los brazos. Pasé mis brazos por su cintura, pegando nuestros cuerpos y comencé a guiar sus pasos hacia adelante. Freen pasó todo el tiempo con los ojos cerrados y dando pasos lentos debido a las piernas temblorosas. Las diversas personas que estaban en nuestro grupo se alejaron, ya que estaba en un rollo para dar el primer paso.

El primer payaso apareció, haciéndola dar un grito y retroceder unos pasos hacia atrás. Presioné mis dedos en su cadera, sosteniéndola durante unos segundos. Lo único que pudimos ver fueron pequeños focos de luces que iluminaban los pasajes. El lugar era muy frío, para dar un aire más aterrador hasta el punto de no poder razonar por dónde huir. Mis pensamientos desaparecieron al escuchar los gritos de Freen y aparecer un segundo payaso arrastrándose al final del pasillo. Ella temblaba en mis brazos y me estrechaba las manos con tanta fuerza que estaba segura de que estaría sin ellas al final.