BITCH || FREENBECKY

Omg! Voy a Hawaii.

FREEN

Me mordí los labios y cerré los ojos dejando salir toda mi respiración.

¿Cómo que diablos le iba a decir?

:- Me desperté con estas marcas, ¡debo tener alergia!

¡Mentiras y más mentiras!

:- Necesitas una pomada... - Se acercó para ver las marcas de cerca. Toqué sus manos para sacarlas de la parte superior de mi escote y la enfrenté. Ella me miraba tan preocupada.

Estaba siendo extremadamente tonta por mentirle tanto. Becky se preocupaba tanto, me cuidaba y me estaba dando regalos

¿Como una novia perfecta y yo? Bueno...

:- Esta bien, ¡no te preocupes!

Ella sacó sus manos de las mías y me miró con lágrimas en los ojos. Sentí que mi corazón se aplastaba y mi estómago se envolvía.

:- Todavía estás haciendo programas, ¿verdad?- preguntó

:- ¡No! Ayer saliste de aquí al amanecer y yo estaba durmiendo, no hay manera- dije

:- ¿Y por qué tienes esas marcas, entonces?- preguntó

:- Me desperté con eso. - Cerré los ojos sintiendo que mi corazón estaba destrozado por tanta mentira que se le había contado. No soy así, no miento, pero para ella, estoy haciendo una exención. Todo para no hacerle daño.

:- Necesito que confíes en mí, Becky- dije

:- Lo siento... - Bajó la cabeza y se mordió el labio superior. - Confío en ti... Yo sólo... Tengo miedo. No sé cuál sería mi reacción si fuera traicionada- dijo

Tragué seco y la toma por la cintura. Tiré de sus manos posándolas en mi cuello y levanté su rostro para mirarme a los ojos.

Le di un Beso antes de profundizarlo. Al principio, parecía asustada, pero terminó soltándose y abriendo la boca para permitir que mi lengua la invadiera.

Sentí que sus brazos me acercaban más a ella. Mordí su labio sintiendo su fuerte huella y toqué la palma de mi mano en su mejilla.

Cesamos el beso con varios sellos y nos quedamos mirándonos.

:- ¿Está mejor? - Susurré. Toqué con el pulgar la esquina de su boca y bajé los dedos hasta su clavícula. Asintió y sonrió.

Saqué sus brazos a mi cuello  y la tiré por las manos hasta mi habitación. Ayer se quedó conmigo hasta que dormí y hoy la cuidaría. De la misma forma.

Parecía triste y era mi culpa. Aunque tenía que levantarse temprano para ir a estudiar, continuó aquí en mi casa.

Me acosté a su lado y apoyé su cabeza en mi pecho. Comencé a acariciar su cabello y cerré los ojos sintiendo su respiración en mi piel.

:- ¿Estás cansada? - Pregunté.

:- Un poco, ¿por qué?- dijo

:- Sólo quería saber.— Seguí acariciándola.

:- No veo la hora de que llegue mi cumpleaños. Ya no soporto tener diecisiete.

:- ¿Cuándo será?-

:- En junio. Día 22.

:-¡Yo cumplo antes- Ríe. Sentí que sus manos me tocaban la espalda descubierta y comenzaban a rascarme.

:- ¿Cuándo?- preguntó

:- En este mismo mes, día 23.

:- No creo que vaya a pasar tu cumpleaños a tu lado. - Suspiró decepcionada.