BITCH || FREENBECKY

Frío

BECKY

:- Gran entrenamiento hoy, chicas. Estoy orgullosa. Nos vemos el lunes. - Sophia hablaba mientras salíamos de la cancha. Estaba terminando de arreglar algunos conos por el suelo.

¡Por fin, Fin de semana!

Disfrutaría durmiendo mucho, porque en un tiempo viajaremos al enorme campeonato de Cheerleaders de la historia. Representaremos a Miami con mucho orgullo.

Sería bueno viajar lejos de aquí. Al menos enfriaría la cabeza y trataría de olvidar un poco de todo. Principalmente de ella...

Bueno, hablando de ella, hacía unos días que Sam no me enviaba nada. Nunca más la encontré por ahí. Confieso que pasé un par de veces por la avenida buscándola, pero ni ella ni su amiga estaban ahí.

En un momento u otro, mi madre trató de hablarme preguntando por algo, pero pronto la corté para no prolongar tanto.

Acorté la correa de la mochila en mi hombro y seguí caminando hacia la salida de la cancha. Estaba tan agotada. Necesitaba mi cama urgentemente.

:- Finalmente te encontré. - Di un salto al sentir que las manos de Emma que me tocaban los hombros. Miré a la chica de ojos azules hablar totalmente jadeante.

:- Necesito mostrarte algo urgente-

:- Pero Emma...-

:- ¡Sin pero, es urgente! - Tomó mis manos y me arrastró al fondo del pasillo.

Esa escuela estaba totalmente vacía. ¿Qué tendría Emma de tan urgente?

:- ¿Ha pasado algo con Jenna? ¿Has visto que te engaña? Oh, imposible. Nadie más que tú puede soportar esa cosa aburrida. - Se rió irónicamente mientras aún era arrastrada por mi mejor amiga.

:- Cállate o tendré que amordazarte- dijo

Rodé los ojos y bufé totalmente vencida. Pasamos por varios pasillos abandonados, hasta llegar a uno menos iluminado y más alejado de la parte delantera.

Sinceramente, nunca había pasado por ese lugar espantoso.

:- Emma...

:- ¡Shh! silencio. - Soltó sus manos de las mías, haciendo que frenara los pasos y la miró confundida. Se dio la vuelta frente a una puerta marrón.

:- ¡¿Pasa algo?!- pregunté

:- Creo que Jenna está con alguien aquí dentro. - Apuntó a la puerta entreabierta. Fruncí el ceño mirando la pequeña grieta oscura.

:- ¿Cómo es eso?! Jenna no tan está loca para engañarte. - Dejé mi mochila en el suelo y di pasos cautelosos hasta la puerta para tratar de escuchar algún tipo de beso.

Sentí que las manos de Emma me tocaban la espalda y mi cuerpo chocaba con la puerta, haciendo que me tambaleara dentro de la habitación. Me levanté de un tirón para limpiar mis rodillas polvorientas y me volví rápidamente para salir de ese lugar, pero la puerta acababa de cerrarse.

:- ¡Lo siento, Becky!-

:- Emma, ¡sácame de aquí! - Le di un puñetazo a la puerta varias veces, intenté girar la perilla.

:- Emma, no estoy bromeando- dije enojada

:- Te pido que no me odies porfavor- dijo

:- Te odiaré si no abres esta puerta ahora. - Escuché pasos rápidos resonar por el pasillo. - ¡EMMA! - Grité totalmente enojada. Empecé a dar más golpes y patadas con la intención de intentar abrir esa madera vieja.