Mundos diferentes. Personas diferentes. A una le gusta la noche. A la otra le gusta el día. Es una mezcla de luna y sol. Una gran pieza de rompecabezas. Un tablero de ajedrez, donde el negro besa al blanco. Coraje y miedo. Freen y Becky. "Los opues...
Después de pasar una semana haciendo ese aburrido trabajo de la profesora Heidy, finalmente estaba de vacaciones. Solo faltaba eso para que me dispensara y bueno, lo conseguí.
Faltaban unos minutos para que realmente disfrutara de mis vacaciones, pero...
Estoy esperando a Sam en el aeropuerto. Bueno, no solo yo, mi padre, mi madre y Yuki, que no paraba de correr también.
Mi nerviosismo solo aumentaba al ver que se acercaba el horario y no aparecía nada de ella.
Ella no haría eso con nosotros o... Iría?!
:- ¿La has llamado, Becky?
:- La llame, mamá, pero ella no contestó.
Me mordí los labios nerviosa. Arreglé el mango de la mochila a un lado y miré alrededor del enorme aeropuerto ocupado.
:- ¡Quedan diez minutos para que nos embarquemos! - Mi padre nos advirtió mientras miraba su reloj.
:- ¡SAMI! - Me di la vuelta en los talones brutalmente después de escuchar el grito de Yuki y verla apuntando hacia adelante.
Mi cuerpo totalmente pesado de tensión, comenzó a ponerse ligero al verla acercarse a nosotros
Ella....es tan hermosa...!
Con un abrigo, el pelo suelto, gafas negras, lápiz labial rosa en los labios y jeans.
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Sonreí como una idiota viéndola acercarse como una modelo en la pasarela.
:- ¡Perdón por el retraso! - dijo totalmente jadeante. Corrió a darle un abrazo a mi madre y cogió a Yuki que no la dejaba en paz.
:- ¡Llegaste a tiempo! - Respondí totalmente hipnotizada. Respiré profundamente inhalando el olor de su perfume. Era la mujer más olorosa del mundo.
La más oloroso. La más hermosa. La más encantadora. La más sabrosa. La más todo.
:- Estaba esperando a Nam con su novio para traerme- dijo
:- ¡¿Vamos, gente?! Todavía hay revision. - Escuchamos la voz de mi padre, haciéndonos girar y caminar en grandes pasos hasta la fila de la puerta de embarque.
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:- ¡Me gusta verte con ese vestuario! - Susurré. Sam estaba sentada a mi lado mirando a la ventana. No sé qué miraba tanto, porque solo podíamos ver nubes.
:- ¡Gracias! - Volvió la cara mirándome. Toqué su mano sobre el soporte del sillón y comencé a acariciarla.
:- ¿Tienes miedo?- pregunté
:- No, ¿por qué?
:- ¡Pensé que tenias! - Me encogí de hombros. Ella sonrió abiertamente y acostó la cabeza sobre mi hombro. Suspiré sintiendo el olor de su cabello y entrelazé mis dedos en los suyos.
