BECKYDespués de que mi madre hizo los panes, me dio ganas de ir a ver a Sam. De todos modos, en uniforme. No me quedaría tanto tiempo, era solo para mirarla. Ni siquiera sé si tendría la oportunidad de verla, seguro que debe estar en alguna cama por ahí.
He conseguido la excusa de la balada para venir a la casa de Sam. La fiesta sólo sería mañana. No sé lo que estaba sintiendo con seguridad, solo quería verla y escuchar su voz enojada diciendo que no le gusto.
¡Estoy loca, lo sé!
Pero parecía que me había ganado un dominio en una parte de mi cuerpo. Verla desolada llorando por no conseguir el dinero me estaba frustrando tanto. Ni siquiera sabía qué hacer, si daba una palabra de amiga o decía que ayudaría. Pero yo tampoco tenía todo ese dinero. Soy menor de edad aún y mis padre controlan todo solo me dan una cantidad de dinero diaria.
Mi primera reacción fue abrazarla y tratar de cesar su desesperación. No sé cómo funciona este mundo de ella, pero para estar llorando así, definitivamente deben hacerles estragos. Cuando busqué mi bolsa recogiendo toda mi asignación y dije que quería un programa con ella, me miró asustada y con la boca abierta tratando de buscar una respuesta.
:- ¿Qué quieres hacer que ? - preguntó
:- Sólo hablé por hablar. De hecho, podemos fingir que estás haciendo un programa para mí y aun así te daré el dinero. - Traté de explicarme, porque vi como frunció el ceño tratando de entender. Como ella dijo, no hacía esas cosas con las mujeres y yo también solo quiero ayudarla.
:- ¡¿No me conoces bien y quieres ayudarme?!
:- Podemos conocernos según el tiempo, no lo sé. Eso es lo único que tengo ahora. - Cogí el dinero de la mesa entregándolo en sus manos. Sam sacudió la cabeza en negativo y me lo devolvió.
:- No tienes que darme tu dinero, puedo hacerlo sola.
:- Pero quiero un programa contigo, no te estoy pidiendo para nada mas.
:- Por supuesto que lo es. No hay programa sin tener algún tipo de cosa.
:- Por supuesto que existe. Estoy segura de que muchos de tus clientes sólo quieren hablar. Tú no quieres mi dinero y estás buscando excusas- dije
:- Nada que ver, Becky. Simplemente no quiero que gastes tu dinero conmigo o sientas lástima.
:- No siento lastima. ¿Tomalo, por favor? - Estiré mis manos para que ella lo tomara. Sam se quedó mirando hacia abajo chisporreando su nariz. Si no insistiera, ella no lo tomaría y si no lo tomara, me sentiría culpable por no ayudarla.
:- ¿Por qué me estás haciendo esto?- preguntó
:- Sólo quiero ayudarte. Debes estar aterrorizada porque una mujer pide tener un programa contigo, pero no quiero hacer nada, podemos seguir hablando.- La vi sentarse en el sofá. parecía pensar en esta propuesta. Me senté a su lado poniendo una pierna en el sofá para poder verla.
:- No es miedo. Es que no hay sentimientos en un sexo normal y cuando te acuestas con una mujer necesitas tener un cierto sentimiento y yo no puedo.
:- Lo entiendo.
:- ¿Alguna vez te has acostado con alguna? - preguntó
:- No, no. Nunca lo he intentado.- Me rasque la frente en nerviosismo. No le diría que nunca me había acostado con nadie. Es capaz de reírse en mi cara. En primer lugar, pensé en cambiar de tema.- ¿Tienes hambre?
:- Un poco. ¿Por qué?
:- ¿Quieres salir a comer? Vine con mi auto y al menos te distraerás.
:- Vamos a pedir una pizza, mejor. - Su sonrisa apareció y con eso me sentí más aliviada de que se sintiera bien. Se levantó yendo a la mesa a buscar su teléfono celular y marcar el número de la pizzería.
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BITCH || FREENBECKY
De TodoMundos diferentes. Personas diferentes. A una le gusta la noche. A la otra le gusta el día. Es una mezcla de luna y sol. Una gran pieza de rompecabezas. Un tablero de ajedrez, donde el negro besa al blanco. Coraje y miedo. Freen y Becky. "Los opues...