Capítulo 009: PROBLEMAS Y MÁS PROBLEMAS.😒

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"Aunque escapen nunca dejan de seguirnos, a pesar de que no son bienvenidos y los quiero fuera."_(Vernon Dursley)

La mañana del domingo, tío Vernon estaba sentado ante la mesa del desayuno con aspecto de cansado y casi enfermo, pero aparentemente feliz.

–No hay correo los domingos.

Les recordó alegremente, mientras ponía mermelada a su periódico.

–Hoy no llegarán las malditas cartas.

Algo llegó zumbando por la chimenea de la cocina, mientras él hablaba y le golpeó con fuerza en la nuca. Al momento siguiente, 30 o 40 cartas cayeron por la chimenea como balas. Los Dudley se agacharon, pero Harry saltó en el aire, tratando de atrapar una.

–¡FUERA! ¡FUERA!

Tío Vernon cogió a Harry por la cintura y lo arrojó al recibidor, cuando 'tía Petunia y Dudley salieron corriendo, cubriéndose la cara con las manos. Tío Vernon cerró la puerta con fuerza, dejando a todos afuera en el recibidor.

Podían oír el ruido de las cartas, que seguían cayendo en la habitación. Golpeando contra las paredes y el suelo furiosamente, dándole a Harry cada vez más curiosidad.

–Ya está.

Dijo tío Vernon, tratando de hablar con calma. Pero arrancándose, al mismo tiempo, parte del bigote que casi nunca se quitaba.

–Quiero que estéis aquí dentro de 5 minutos, listos para irnos. Nos vamos, coger alguna ropa, sin discutir.

Parecía tan peligroso con la mitad de su bigote arrancado, que nadie se atrevió a contradecirlo. 10 minutos después habían abierto camino a través de las puertas tapiadas y estaban en el coche, avanzando veloz mente hacia la autopista.

Dudley lloriqueaba en el asiento trasero, pues su padre le había pegado en la cabeza cuando lo pilló tratando de guardar el televisor, el video y el ordenador en la bolsa. Condujeron y siguieron avanzando, ni siquiera tía Petunia se atrevía a preguntarle a donde iban. De vez en cuando, tío Vernon daba la vuelta y conducía un rato en sentido contrario.

–Quitárnoslos de encima, perderlos de vista.

Murmuraba cada vez que lo hacía, no se detuvieron en todo el día ni para beber ni comer.

Al llegar la noche, Dudley aullaba. Nunca había tenido un terrible día así en su vida, tenía hambre, se había perdido cinco programas de televisión que quería ver y nunca había pasado tanto tiempo sin estallar uno de los monstros en su juego de ordenador.

Así que tío Vernon se detuvo en un hotel de aspecto lúgubre, en las afueras de una gran ciudad. Dudley y Harry compartieron una habitación con camas gemelas con sábanas húmedas y desgastadas y en la noche, Dudley roncaba fuertemente de una manera molesta.

Pero Harry se mantuvo despierto, sentado en el borde de la ventana. Contemplando las luces de los coches que pasaban y deseando saber que hacían allí, o porqué escapaban de casa por culpas de unas simples carta.

Al día siguiente, comieron para el desayuno copos de trigo, tostadas y tomates de lata. Estaban a punto de terminar, cuando la dueña del hotel se acercó a la mesa.

–Perdonen, ¿alguno de ustedes es el señor H Potter? Tengo como cien de estas en el mostrador de la entrada.

Extendió la carta para que pudieran leer la dirección en tinta verde.

Señor H Potter habitación 17 hotel Railview Cokeworth.

Harry fue a coger la carta, pero tío Vernon le pegó en la mano. la mujer lo miró asombrada, no entendiendo lo que les pasaba.

🧙‍♂️PUCCA EN HARRY POTTER EN LA PIEDRA FILOSOFAL.🧙‍♂️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora