"Hay muchas cosas que no podré perdonar, pero para ti solo hay una, nos pertenecemos y jamás te perdonaré que nos negaras."_(Garu William Potter Sanada)
Garu se levantó temprano esa mañana, exactamente a las cinco de la mañana como era su costumbre. Quería pensar que solo era un sueño todo lo que pasó ayer, pero su cordura no podía dejar que ignorara su realidad.
Así que se levantó en silencio, dejándole a Harry y a Pucca el abrigo gigantesco de Hagrid. Para después caminar a la chimenea ya apagada, viéndola y luego viendo a Pucca, esa niña dulce que lo había conquistado desde niño con su sonrisa y su adorabilidad.
Pero que ahora estaba acostada junto a Harry, abrazándolo como si fuera a él a quien abrazara. Pero Garu sabía que no era él quien estaba con ella en sus brazos, sí no su hermano recién descubierto hace apenas un día.
Y sí, saber que tenía un hermano, no significaba que lo había descubierto. Solo significaba que podía o no existir en alguna parte del mundo y que debía buscar, como la búsqueda de un tesoro perdido en el mundo. El cual sabías que existía, pero no sabías en donde estaba en realidad.
Y ahora que había encontrado a su hermano Harry James Potter, era confirmar esas historias fantasiosas de sus tíos paternos que tanto le daban risa de más niño. Un hecho que no le gustaba para nada, pues eso le hacía ver que nunca estuvo destinado a ser un ninja, sí no un mago como sus padres Lili y James Potter fueron en su entonces.
Eso lo puso triste y a la vez le dio miedo, miedo porque no sabía magia y por ende no podía protegerse ni proteger a su pequeña acosadora. Que, si bien aparentaba tener once años como él y Harry, sabía bien que en realidad tenía nueve años y actuaba más fuerte que una niña de 15 años.
Por eso no quería que fuera ni que sé juntara con su hermano, pues deseaba protegerla de todo mal, aunque sea desde lejos. Mas sabía de sobra que ella era terca y testaruda, que a pesar de que le dijera que sé fuera, seguiría allí a pesar de lo que pudiera pasarle.
Así que suspiró derrotado, mirando a la chimenea con nostalgia y deseando volver a casa. Pues otro problema que tenía, era que Gura no tenía experiencia para proteger a Sooga, ya que era confiado, torpe y distraído con todo lo que hacía y eso ponía en peligro a la aldea.
Pero estando aquí, ¿Qué podía hacer?
Exacto, no podía hacer nada, solo confiar en que Gura sé haga fuerte y aprenda a madurar de nuevo. Algo que deseaba con todo su corazón, porque así no debía preocuparse tanto por él y por sus seres queridos en Sooga.
Así que se imaginó como Gura sé la estaba pasando en Sooga sin él, tratando de relajarse con pensamientos alegres y sin escuchar como alguien se acercaba a él. Por lo menos hasta que le tomó el hombro suavemente, sobresaltándolo por esa acción inesperada y no deseada en esos momentos de reflexión.
Girándose a ver a la persona con desconfianza, hasta que entre las sombras distinguió el suelto cabello de Pucca, los ojos rasgados grises suaves, su dulce sonrisa y esa piel pálida que parecía hacerla brillar. Entonces frunció el ceño aún molesto con Pucca por haber dicho que solo eran amigos, aún más al ver como ella le decía en silencio seriamente.
~Calla, Garu, aún los demás están durmiendo.~
Viéndola poner un dedo en sus labios levemente, para silenciarlo y que no hiciera más ruido que pudiera despertar a los Dursley, a Harry y Hagrid. Un detalle que Garu solo lo hizo molestar, diciendo con enojo en su cabeza.
(¿Ahora cuida a los demás? ¿Creí que yo era el único al que iba a cuidar?)
No sabía porque estaba furioso, solo sabía que quería que él fuera el único al que cuidara. Y ser la única chica a la que Garu cuidara, porque no deseaba mirar a nadie más que a Pucca.
ESTÁS LEYENDO
🧙♂️PUCCA EN HARRY POTTER EN LA PIEDRA FILOSOFAL.🧙♂️
FanfictionPucca siempre supo que su vida no era normal, era obvio cuando se volvió amiga de un dragón, peleaba con una chica que podía estirar su cabello y entre tantas cosas más extrañas. Pero a pesar de todo eso, jamás se imaginó que una carta de Hogwarts l...