"La fama no era nuestro objetivo, pero sí se cruzó en nuestro camino."_(Garu William Potter Sanada y Harry James Potter)
–Allí, mira.
–¿Dónde?
Hablaron interesados dos chicos, tratando de ver a ambos gemelos pasar, sin que ninguno de los dos dejase de escuchar.
–Al lado del chico alto y pelirrojo.
–¿El de gafas y el de coletas con puntas en azul?
Soltó curioso el chico, queriendo ver mejor a ambos chicos.
–¿Has visto sus caras?
–¿Has visto sus cicatrices?
Los murmullos siguieron a Harry y a Garu desde el momento en que, al día siguiente, salieron del dormitorio. Los alumnos que esperaban fuera de las aulas se ponían de puntillas para mirarlos, o se daban la vuelta en los pasillos, observándolos con atención.
Garu y Harry deseaban que no lo hicieran, porque intentaban concentrarse para encontrar el camino de sus clases. En Hogwarts había 142 escaleras, algunas amplias y despejadas, otras estrechas y destartaladas.
Algunas llevaban a un lugar diferente los viernes, como si fuera un juego extraño de a lazar. Otras tenían un escalón que desaparecía a mitad de camino y había que recordarlo para saltar, o sí no te trabarían y tendrían que traer a alguien para zafarte de allí.
Después, había puertas que no se abrían, a menos que uno lo pidiera con amabilidad o les hiciera cosquillas en el lugar exacto. Y puertas que, en realidad, no eran sino sólidas paredes que fingían ser puertas.
También era muy difícil recordar dónde estaba todo, ya que parecía que las cosas cambiaban de lugar continuamente. Las personas de los retratos seguían visitándose unos a otros, y Harry y Garu estaban seguro de que las armaduras podían andar.
Los fantasmas tampoco ayudaban, de alguna manera eran molestos y solo Pucca podía contener a cualquier fantasma. Siempre era una desagradable sorpresa que alguno se deslizara súbitamente a través de la puerta que se intentaba abrir, causando extrañeza cuando los lograban ver.
Nick Casi Decapitado siempre se sentía contento de señalar el camino indicado a los nuevos Gryffindor, pero Peeves el poltergeist se encargaba de poner puertas cerradas y escaleras con trampas en el camino de los que llegaban tarde a clase. También le tiraba papeleras a la cabeza, corría las alfombras debajo de los pies del que pasaba, les tiraba tizas o, invisible, se deslizaba por detrás, cogía la nariz de alguno y gritaba:
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🧙♂️PUCCA EN HARRY POTTER EN LA PIEDRA FILOSOFAL.🧙♂️
FanfictionPucca siempre supo que su vida no era normal, era obvio cuando se volvió amiga de un dragón, peleaba con una chica que podía estirar su cabello y entre tantas cosas más extrañas. Pero a pesar de todo eso, jamás se imaginó que una carta de Hogwarts l...