"Solo dame algo desperansa y seré libre."_(Harry James Potter)
El hombre no tardó en mirarlos.
–Ah, sí.
Les dijo amable el hombre—.
–Sí, sí, pensaba que iba a verlos pronto. Harry Potter y Garu Potter.
No era una pregunta.
–Tienen los ojos de su madre. Parece que fue ayer el día en que ella vino aquí, a comprar su primera varita. Veintiséis centímetros de largo, elástica, de sauce. Una preciosa varita para encantamientos.
El señor Ollivander se acercó a Harry y a Garu, Pucca y Destiny solo lo miraban sorprendidos. Los muchachos desearon que el hombre parpadeara, porque les estaba dando un poco de miedo. Aquellos ojos plateados eran un poco lúgubres, que de verdad daba un poco de miedo.
–Su padre, por otra parte, prefirió una varita de caoba. Veintiocho centímetros y medio. Flexible. Un poquito más poderosa y excelente para transformaciones. Bueno, he dicho que su padre la prefirió, pero en realidad es la varita la que elige al mago.
El señor Ollivander estaba tan cerca que él, Garu y Harry casi estaban nariz contra nariz. Garu y Harry podían ver sus reflejos en aquellos ojos velados.
–Y aquí es donde...
El señor Ollivander tocó la luminosa cicatriz de la frente de Garu y la de Harry, con un largo dedo blanco.
–Lamento decirles que yo vendí la varita que hizo eso.
Les dijo amablemente.
–Treinta y cuatro centímetros y cuarto. Una varita poderosa, muy poderosa, y en las manos equivocadas... Bueno, si hubiera sabido lo que esa varita iba a hacer en el mundo...
Negó con la cabeza y entonces, para alivio de Harry, fijó su atención en Hagrid.
–¡Rubeus! ¡Rubeus Hagrid! Me alegro de verlo otra vez... Roble, cuarenta centímetros y medio, flexible... ¿Era así?
–Así era, sí, señor.
Dijo serio Hagrid.
–Buena varita. Pero supongo que la partieron en dos cuando lo expulsaron.
Le dijo serio el señor Ollivander, súbitamente severo.
–Eh..., sí, eso hicieron, sí.
Respondió apenado Hagrid, arrastrando los pies.
–Sin embargo, todavía tengo los pedazos.
Añadió con vivacidad.
–Pero no los utiliza, ¿verdad?
preguntó en tono severo.
–Oh, no, señor.
Le dijo Hagrid rápidamente, tratando de desviar el tema. Harry se dio cuenta de que sujetaba con fuerza su paraguas rosado, dándose cuenta que la varita debía de estar en ese lugar.
–Mmm.
Dijo serio el señor Ollivander, lanzando una mirada inquisidora a Hagrid.
–Bueno, ahora, Harry, Garu... Déjenme ver.
Sacó de su bolsillo una cinta métrica, con marcas plateadas.
–¿Con qué brazo cogen la varita?
–Eh... bien, soy diestro.
Le respondió Harry, Garu no respondió, pero también levantó la derecha.
–Extiendan sus brazos. Eso es.
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🧙♂️PUCCA EN HARRY POTTER EN LA PIEDRA FILOSOFAL.🧙♂️
FanfictionPucca siempre supo que su vida no era normal, era obvio cuando se volvió amiga de un dragón, peleaba con una chica que podía estirar su cabello y entre tantas cosas más extrañas. Pero a pesar de todo eso, jamás se imaginó que una carta de Hogwarts l...