"Aunque nos atrapen, nuestra determinación nunca retrocederá."_(Harry James Potter y Garu William Potter Sanada)
Luego de la plática que tuvo con Hermione Garu y él, aún se preguntaba por qué había sido tan impulsivo si nunca en su vida lo había sido. De todos modos, pensó Harry, aquello no era lo que llamaría un perfecto final para el día.
Aún más, porque no dejaba de pensar en el duelo que tendría con Draco y ese beso que le dio a Hermione en la mejilla. Está bien, no era tan audaz como los besos que veía que Pucca le daba a su hermano cuando lo llegaba a ver. Pero era suficiente para él, porque al final jamás había pensado que besaría a una chica tan de la nada.
¿Y para qué?
¿Para marcar territorio?
No, claro que no, debía de haber otro motivo. Estaba acostado, despierto, oyendo dormir a Seamus y a Dean (Neville no había regresado de la enfermería). Ron había pasado toda la velada dándoles consejos del tipo de:
«Si trata de maldecirte, será mejor que te escapes, porque no recuerdo cómo se hace para pararlo.»
Que esperaba que Pucca también recibiera, porque estaba seguro que también necesitaba. Tenían grandes probabilidades de que los atraparan Filch o la Señora Norris, algo que hacía pensar a Harry y a Garu que debían hacerle caso a Hermione.
Y Harry sintió que estaban abusando de su suerte al transgredir otra regla del colegio en un mismo día, en el que era posible que sí los expulsaran. Por otra parte, el rostro burlón de Malfoy se le aparecía en la oscuridad, al igual que presentía que Garu podía ver la cara engreída de Ronnie, y aquélla era la gran oportunidad que tenían de vencerlos frente a frente.
No podía perderla, no ahora que la tenían enfrente. Así que se resignó, viendo a Garu girar y mover su varita para sacar unas cuantas chispas.
–Once y media.
murmuró serio finalmente Ron.
–Mejor nos vamos ya.
Se pusieron las batas, cogieron sus varitas y se lanzaron a través del dormitorio de la torre, ambos en silencio y Garu tan sigiloso como un verdadero ninja. Bajaron la escalera de caracol y entraron en la sala común de Gryffindor, mostrando un poco de nervios por aquella horrible locura que estaban haciendo.
Todavía brillaban algunas brasas en la chimenea, haciendo que todos los sillones parecieran sombras negras. Ya casi habían llegado al retrato, cuando una voz habló desde un sillón cercano.
–No puedo creer que vayan a hacer esto, Harry, Garu. creí que nuestra platica los haría reflexionar, aunque dijeron que estarían bien.
Una luz ligera brilló, mostrando a dos sombras de dos chicas. Era Hermione Granger y Pucca Black, una con el rostro ceñudo y una bata rosada y la otra con una bata blanca con rojo y una sonrisa.
–Y con lo bien que convenciste a Pucca de no ceder, era obvio que no lo íbamos a ser.
Dijo Garu burlón, dando una pequeña sonrisa resignada.
–No es que no pudiera, es...
–¡Tú!
Dijo Ron furioso, interrumpiendo la protesta que iba dar Hermione.
–¡Vuelve a la cama!
–Estuve a punto de decírselo a tu hermano.
Contestó enfadada Hermione a Ron, regresando en sí, mirando de reojo a Pucca con una pisca de reproche.
–Percy es el prefecto y puede deteneros.
Garu y Harry no podían creer que alguien fuera tan entrometido, pero al verla se dieron cuenta que sí podía. Pero en sus adentros, Harry pensaba que Hermione era la entrometida más linda de todo Hogwarts.
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🧙♂️PUCCA EN HARRY POTTER EN LA PIEDRA FILOSOFAL.🧙♂️
FanfictionPucca siempre supo que su vida no era normal, era obvio cuando se volvió amiga de un dragón, peleaba con una chica que podía estirar su cabello y entre tantas cosas más extrañas. Pero a pesar de todo eso, jamás se imaginó que una carta de Hogwarts l...