Victoria se separó bruscamente de Aarón
- Está bien. Viviremos juntos. Seguiremos con esta farsa solo por un tiempo, hasta que piense en algo para acabar con esto - dijo, tratando de calmarse.
- Está bien - respondió Aarón, aliviado.
- Pero - interrumpió Victoria.
- Siempre hay un, pero - replicó Aarón.
- Cállate y escucha - ordenó Victoria.
- Está bien, te voy a escuchar. Pero tampoco te pongas agresiva - dijo Aarón, levantando las manos en señal de paz.
- Viviremos en mi casa - afirmó Victoria.
- No, todo menos eso. Por favor, Victoria, no quiero vivir aquí - suplicó Aarón.
- Tonto, deja de té olvidar. No viviremos aquí. Viviremos en una finca - dijo Victoria, decidida.
- ¿Cómo una finca? ¿Cómo es eso posible? - preguntó Aarón, sorprendido.
- Sí, vamos a vivir allí, quieras o no. Me vale tu opinión - respondió Victoria firmemente.
- Pero... - intentó decir Aarón.
- Pero nada, ahora sí, vámonos, cariño - cortó Victoria, agarrando su maleta y saliendo de la habitación.
Se subieron al coche y condujeron por las carreteras de Sídney, Australia. El viaje duró aproximadamente una hora. Al llegar, se encontraron con una gran finca. La mansión era impresionante, situada lejos de la ciudad, rodeada de verde naturaleza. La fachada era elegante y señorial, con amplios jardines y árboles centenarios que daban una sensación de paz y aislamiento.
- Y llegamos - dijo Victoria, bajando del coche.
Aarón se quedó boquiabierto.
- ¿Cómo es posible que tengas esta magnífica finca? - preguntó.
- Mi madre me las dio antes de morir. Vengo aquí cada vez que me siento sola. Tengo que pensar en las cosas bien antes de actuar.
- Pero tú siempre actúas primero y luego piensas – responde lanzándole una mirada sarcástica.
- Deja de decir tonterías – dijo Victoria, dándole un pequeño golpe en el brazo
- Está bien. Déjame decirte que estás hermosa - dijo Aarón, tratando de suavizar el ambiente.
Victoria se quedó pensando un momento antes de que Aarón hablara nuevamente.
- Por tu expresión, no creo que tu padre sepa de la existencia de esta finca. ¿O me equivoco? - preguntó Aarón.
- La verdad no te equivocas. Soy la única que sabe de esto. Bueno, ahora tú también, ya que vivimos aquí. Esta finca es lo único que me queda de mi madre. Bueno, esta finca y otras cosas más, pero en cuanto a cosas materiales, esta es la única que aprecio mucho porque mi madre y yo veníamos aquí desde que era muy pequeña - explicó Victoria, mostrando una tristeza palpable.
- Ya veo - dijo Aarón, notando la tristeza en los ojos de Victoria - Bueno, entonces vayamos a nuestra habitación para descansar. Es demasiado tarde - añade, intentando aliviar la tensión.
Victoria abrió los ojos sorprendidos.
- Disculpa, pero tú y yo dormiremos en diferentes cuartos. No te aproveches de la situación - dijo firmemente.
- ¿Qué? ¿Por qué? ¿Te acuerdas de que estamos casados? Los casados duermen juntos -argumentó Aarón.
- En nuestra situación es diferente. Dormiremos en habitaciones separadas y no se discute más este tema - insistió Victoria.
ESTÁS LEYENDO
CASADOS POR ACCIDENTE
RandomLa vida de Victoria Somerset y Aarón Özdemir se entrelaza en una trama llena de pasión, intriga y giros inesperados. Victoria, una belleza deslumbrante y líder de las chicas populares en la universidad, y Aaron, un chico guapo y adinerado recién lle...