CAP. 32

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- Victoria con el corazón latiendo desbocado. Aarón se sienta en el sillón, con una expresión que combinaba arrogancia y frialdad, como si estuviera esperando pacientemente el momento adecuado para desatar el caos.

- ¿Qué te pasa, Aarón? ¿Cómo se te ocurre amenazarme de esta manera? - espetó Victoria, con la voz cargada de indignación e incredulidad.

Aarón se levantó lentamente, su mirada fija en Victoria, como si estuviera evaluando sus próximos movimientos.

- No te equivoques, Victoria. No es una amenaza, es una advertencia - respondió con calma, pero su tono estaba lleno de una peligrosa determinación.

La sangre de Victoria hervía en sus venas mientras luchaba por contener el torrente de emociones que amenazaba con abrumarla.

- ¿Una advertencia? ¿De qué estás hablando? - preguntó, tratando de mantener la compostura ante la amenaza implícita en las palabras de Aarón

- Si das un paso más y revelas nuestra situación a la prensa, no tendrás idea de lo que puedo hacer - dijo Aron, su voz goteando con malicia - Podría contarles sobre tu pequeño 'incidente' en el pasado. O tal vez sobre las actividades 'creativas' de tu padre en sus empresas

El corazón de Victoria se detuvo por un momento, su mente girando mientras intentaba procesar las horribles implicaciones de las palabras de Aarón.

- ¿Estás amenazándome con difamar a mi padre y manchar mi reputación?, preguntó, su voz temblando con furia contenida.

Aarón se acercó a ella, su rostro casi rozando el suyo mientras le susurraba al oído

- No me obligues a sacar a relucir tus secretos más oscuros, Victoria. Recuerda quién tiene el poder aquí

La ira ardía en los ojos de Victoria mientras se apartaba de él con un gesto de desprecio.

- Eres despreciable, Aarón - dijo con voz temblorosa pero firme.

Victoria, con los puños apretados y la mandíbula tensa, se enfrentó a Aarón con una mirada que podría derretir acero.

- ¿Cómo te atreves a amenazarme de esta manera? ¿A involucrar a mi familia en tus retorcidos juegos? - preguntó, su voz resonando con una mezcla de incredulidad y rabia.

Aarón no mostró ni un ápice de remordimiento, su rostro impasible mientras se mantenía frente a ella.

- No veo por qué debería importarte. Tú me has dejado pocas opciones, Victoria - respondió con frialdad, sus ojos brillando con una peligrosa determinación.

Las palabras de Aarón resonaron en la habitación como un eco siniestro, recordándole a Victoria que estaba atrapada en un juego del que no sabía cómo escapar.

- No tienes derecho a jugar con mi vida de esta manera - dijo, su voz temblando con emoción reprimida - Ni a amenazarme con acusaciones falsas y difamatorias

Aarón se acercó a ella, su presencia intimidante, llenando el espacio entre ellos.

- ¿Falsas? ¿Difamatorias? Tú y yo sabemos muy bien que hay verdades incómodas que prefieres mantener ocultas, Victoria - dijo en un susurro ominoso, su aliento caliente rozando su rostro.

Victoria retrocedió un paso, su corazón latiendo con fuerza mientras luchaba por mantener la compostura

- No me importa lo que creas que sabes de mí. No tienes ningún derecho a chantajearme de esta manera - declaró, con determinación, sus ojos, desafiando a Aarón a seguir adelante con sus amenazas.

Aarón sonrió con desdén, como si disfrutara del juego de poder que estaba jugando.

- Oh, pero lo tengo, Victoria. Y no te preocupes, no me obligarás a sacar a relucir tus secretos más oscuros. Tú misma te encargarás de mantenerlos enterrados bien profundo -dijo con malicia

CASADOS POR ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora