- ¿Cómo llegamos a esto? —se preguntaba, mientras su mente viajaba al pasado, a los momentos felices y a las peleas que los habían llevado a este punto.
Victoria sabía que tenía que hablar con su abogado, pero en ese momento, no podía hacer nada más que llorar y lamentarse. Sus pensamientos eran un torbellino de emociones: tristeza, ira, confusión y un profundo sentimiento de pérdida.
- Aarón, no puedo creer que esto esté pasando... No puedo... —lloraba desconsoladamente, sintiendo que cada lágrima era una parte de su amor que se desvanecía.
A medida que las horas pasaban, la tristeza de Victoria se transformaba en una determinación dolorosa. Sabía que debía enfrentar la situación, aunque su corazón se rompiera con cada paso.
- Tengo que ser fuerte... Tengo que intentar... —se dijo a sí misma, aunque cada palabra era una batalla contra el dolor.
Finalmente, agotada por la emoción y la tristeza, Victoria se quedó dormida, abrazada a la almohada, sus sueños llenos de recuerdos de Aarón y de lo que había sido su vida juntos. Sabía que el día siguiente sería uno de los más difíciles de su vida, pero estaba decidida a enfrentarlo, aunque todo indicara que estaba perdiendo la batalla por el amor de su vida.
En Özdemir Tower después de que Isla se fue, Aarón se quedó solo en su oficina. Miró alrededor, viendo los documentos del divorcio esparcidos sobre su escritorio. Sus pensamientos volvieron a Victoria y a los momentos felices que habían compartido.
- ¿Estoy haciendo lo correcto? —se preguntó en voz alta, sintiéndose abrumado por la incertidumbre.
Aarón se levantó y se dirigió a la ventana, mirando la ciudad que se extendía ante él. Sentía que estaba atrapado en una tormenta de emociones, sin saber cuál era la salida correcta.
Finalmente, decidió que necesitaba despejar su mente. Se dio cuenta de que necesitaba un momento para pensar con claridad, lejos de las presiones del trabajo y de la presencia constante de Isla.
Tomó su chaqueta y salió de la oficina, decidido a encontrar un lugar tranquilo donde pudiera reflexionar sobre su vida y las decisiones que estaba a punto de tomar. Sabía que el día siguiente sería crucial, y necesitaba estar preparado para enfrentar lo que viniera, sea cual fuera el resultado.
En la Villa, Después de varias horas, Aarón llegó a la villa. Al entrar, fue recibido por Juana.
- Buenas noches, joven —dijo Juana con una sonrisa.
- Buenas noches, Juana. ¿Mi esposa dónde se encuentra? —preguntó, preocupado.
- La señorita Victoria se encuentra en su habitación, ella se encuentra indispuesta, joven.
- ¿Qué? ¿Por qué? —preguntó Aarón, alarmado.
- No sé por qué, solo sé que un señor vino a hablar con ella. Después, él se fue y la señorita se encontraba muy mal tras la visita de aquel hombre —explicó.
- ¿Qué hombre? —dijo nuevamente, frunciendo el ceño.
- No lo sé, señor —respondió Juana—
- ¿Y sabe de qué hablaron?
- No, yo estaba fuera un momento, y cuando volví, ella ya estaba muy mal —contestó Juana.
- Gracias —dijo Aarón, pensativo.
Aarón se quedó inmerso en sus pensamientos, tratando de entender quién podría ser ese hombre y por qué su esposa se había puesto tan mal después de verlo. Subió rápidamente las escaleras y se dirigió a la habitación de Victoria. Comenzó a tocar la puerta, pero no recibió respuesta.
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CASADOS POR ACCIDENTE
RandomLa vida de Victoria Somerset y Aarón Özdemir se entrelaza en una trama llena de pasión, intriga y giros inesperados. Victoria, una belleza deslumbrante y líder de las chicas populares en la universidad, y Aaron, un chico guapo y adinerado recién lle...