En la mansión Özdemir, en la habitación de Dafne, la luz del amanecer se filtraba suavemente. Ella se despertó, se vistió rápidamente y bajó las escaleras.
¿A dónde vas? —preguntó Miray, desde la cocina.
- A la empresa madre —respondió
- Ustedes deberían ir a la universidad
- desde que ustedes nos pusieron a cargo de las empresas, no tenemos mucho tiempo. Además, si vamos a la universidad, pero solo a los exámenes —explicó
- No lo sé, hija, pero... —comenzó a decir, preocupada.
- No te preocupes, madre. Ya me voy —interrumpió
- ¿Y tu novio?
- ¿Qué tiene que ver él? —preguntó
- ¿Dónde está? —insistió.
- Se fue hace una hora —respondió, evadiendo la pregunta.
- ¿Y qué hicieron anoche? —preguntó con una mirada pícara.
- Nada, solo hablamos y arreglamos nuestras cosas. Después nos dormimos —contestó, tratando de evitar el tema.
- Seguro fue así —dijo con una sonrisa socarrona
- ¡Sí!
- por favor hija, como si yo no hubiera pasado por eso, ustedes están en la etapa de los deseos sexuales...
- ¡mamá! – grita
- ¡deja de mentir!... sé perfectamente lo que hicieron – sonríe
- Bueno, mejor me voy. Contigo no se puede —añadió, saliendo de la mansión.
En la villa, Aarón se despertó y vio a Victoria dormida a su lado, como un ángel. Le dio un beso en los labios y ella se despertó.
- Buenos días, amor —saludó, un poco sorprendido.
- ¿Qué haces? —preguntó, con una sonrisa juguetona.
- No, solo admiraba tu belleza. La belleza de mi mujer —respondió, con ternura.
- Sí, cómo no —dijo Victoria, sonriendo
- Nos vamos a bañar juntos —declaró.
- Eh, las cosas no funcionan así —objetó.
- Entonces, ¿cómo? Dime —dijo, acercándose.
- Está bien, te lo diré —comenzó, pero Aarón la interrumpió con un beso.
- Así está mejor —dijo Aarón, sonriendo.
- Eh, espera un momento —dijo, levantándose de la cama
- Voy a preparar todo.
- Aarón fue al baño y preparó todo lo necesario para una ducha romántica: agua caliente, pétalos de rosas y velas aromáticas. Rápidamente, regresó a la habitación.
- Listo —anunció, levantando a Victoria y llevándolo al baño.
- ¿Qué haces? —preguntó, un poco confundida.
- Me voy a bañar con mi mujer —respondió con una sonrisa traviesa.
- ¿qué? — frunciendo el ceño — yo me iré a bañar en mi habitación —respondió Victoria, molesta.
- No importa. Ahora nos vamos a bañar juntos —insistió, con determinación.
- ¡No, déjame! ¡No me bañaré contigo! —exclamó Victoria, apartándose de él

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CASADOS POR ACCIDENTE
AcakLa vida de Victoria Somerset y Aarón Özdemir se entrelaza en una trama llena de pasión, intriga y giros inesperados. Victoria, una belleza deslumbrante y líder de las chicas populares en la universidad, y Aaron, un chico guapo y adinerado recién lle...