- Victoria, por favor, no hagas esto más difícil de lo que ya es - imploró, su voz temblando con el peso de la situación - Te prometo que solo quiero ayudarte a sentirte mejor.
Los ojos de Victoria brillaron con un destello de ira mientras lo miraba fijamente.
- ¿Cómo te atreves a ofrecerme ayuda después de lo que me has hecho, después de haberme amenazado para seguir con esta farsa? - preguntó con amargura - No olvides que somos dos extraños atrapados en un matrimonio no deseado
Aarón bajó la mirada, sintiendo el peso de la verdad en las palabras de Victoria. Su matrimonio era una farsa, una unión forzada por circunstancias que ninguno de los dos había pedido.
- Lo sé, Victoria - admitió con sinceridad, levantando la mirada para encontrarse con la suya - Pero eso no cambia el hecho de que eres mi esposa y que me preocupo por ti, a pesar de todo.
Victoria lo miró con incredulidad, como si no pudiera creer que Aarón todavía se preocupara por ella después de todo. Por un momento, el silencio llenó la habitación, cargado con el peso de su pasado compartido y el conflicto presente
La tensión en la habitación alcanzaba su punto máximo mientras Aarón observaba a Victoria temblar bajo las sábanas. Con un nudo en la garganta, se acercó a ella con cuidado, su corazón latiendo con fuerza en su pecho.
- Estás temblando, amor - murmuró Aarón con voz suave, sus dedos temblando mientras tocaba la piel ardiente de Victoria - Realmente estás temblando. Estás con frío.
Victoria cerró los ojos con fuerza, su respiración entrecortada por el esfuerzo de contener el dolor que la consumía.
- Amor... - murmuró débilmente, su voz apenas un susurro en la habitación.
Sin pensarlo, Victoria admitió la verdad que su cuerpo estaba gritando.
- Por favor... Tengo frío - confesó, su voz quebrada por la angustia.
El corazón de Aarón se encogió ante las palabras de Victoria, y sin dudarlo un segundo más, se acercó a ella, envolviéndola en sus brazos con ternura. Pero a pesar de sus esfuerzos por calentarla, la fiebre de Victoria seguía ardiendo, y ella seguía temblando con violencia bajo su contacto.
Aarón se sintió impotente ante la situación, deseando con todo su ser poder aliviar el sufrimiento de su esposa. Sin embargo, sabía que no podía hacerlo solo. Con determinación en sus ojos, se preparó para buscar ayuda externa, dispuesto a hacer lo que fuera necesario para salvar a Victoria de su estado de agonía.
Al sentir el abrazo reconfortante de Aarón, Victoria se estremeció de repente, su rostro endureciéndose de determinación. Con un empujón, lo apartó de ella, sus ojos llenos de ira y frustración.
- ¡Apártate! - exclamó Victoria con voz temblorosa, empujando a Aarón con fuerza antes de darse cuenta de lo que estaba sucediendo.
- Necesitas ir a un hospital, ¡ya!
- ¡No! - grita
El corazón de Aarón se contrajo ante la vista de su amada en tal estado de angustia. Sin embargo, antes de poder acercarse a ella, Victoria levantó débilmente la mano, deteniéndolo en seco.
- No me toques - advirtió con voz ronca, sus ojos llenos de una mezcla de dolor y miedo. - Podrías contagiarte... No sé qué me pasa, pero podría ser contagioso...
Una oleada de preocupación y determinación inundó el corazón de Aarón mientras observaba impotente a Victoria luchar contra el tormento que la consumía. Con determinación en sus ojos, se juró a sí mismo que haría todo lo posible para ayudarla a superar ese desafío, sin importar los riesgos que eso implicara.

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CASADOS POR ACCIDENTE
DiversosLa vida de Victoria Somerset y Aarón Özdemir se entrelaza en una trama llena de pasión, intriga y giros inesperados. Victoria, una belleza deslumbrante y líder de las chicas populares en la universidad, y Aaron, un chico guapo y adinerado recién lle...