CAP. 49

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- No te meterás en el matrimonio de mi hermano, dime que carajos quisiste decir con que no es real – replico

- Lo que intento decir es que no podemos dar por sentado que este matrimonio sea lo que parece ser —declaró, sus palabras cargadas de determinación— Victoria y Aarón pueden estar casados en papel, pero ¿qué pasa con lo que sienten realmente? ¿Qué pasa con la validez emocional de su unión?

Dafne frunció aún más el ceño, incapaz de comprender la perspectiva de Max.

- Pero Max, ¿cómo puedes cuestionar la validez de su matrimonio? —preguntó, su tono aún lleno de confusión— Ellos están legalmente casados, ¿no es eso suficiente?

Max suspiró, sintiendo la frustración acumulándose dentro de él.

- No se trata solo de lo legal, Dafne. Se trata de lo que realmente importa en una relación, el amor, la conexión, la felicidad. ¿Cómo podemos estar seguros de que Victoria realmente está feliz en su matrimonio con Aarón? ¿Cómo podemos ignorar lo que siente por completo?

Dafne se quedó en silencio por un momento, procesando las palabras de Max. La tensión en la habitación era palpable, cada uno de ellos aferrándose a su punto de vista con firmeza.

- Max, entiendo tus preocupaciones, pero no podemos simplemente ignorar las realidades legales de la situación —respondió finalmente, su tono más calmado, pero aún firme— Si Victoria ha elegido estar con Aarón, debemos respetar eso, independientemente de cómo te sientas al respecto.

Max asintió, reconociendo la validez de las palabras de Dafne, pero sin renunciar a sus propias dudas.

- Lo entiendo. Pero eso no significa que no debamos cuestionar lo que parece ser una situación complicada —dijo su tono más suave ahora, pero su determinación aún presente— Solo quiero asegurarme de que Victoria esté verdaderamente feliz y segura en su vida, eso es todo.

- No te interpongas en la felicidad de mi hermano, Max —dijo con firmeza, su tono impregnado de preocupación— Está casado con Victoria, y debes entender eso. No puedes simplemente ignorar su matrimonio y actuar como si no tuviera importancia.

Max se mantuvo firme, aunque su expresión reflejaba una mezcla de determinación y pesar.

- Lo entiendo, Dafne. Pero no puedo ignorar lo que veo y siento —respondió Max, su voz cargada de emoción reprimida— Este matrimonio no parece real, al menos no desde mi perspectiva. ¿Cómo puedo mantenerme al margen y actuar como si todo estuviera bien cuando siento que algo no está bien?

Dafne miró a Max con una mezcla de comprensión y frustración, sabiendo que no podía convencerlo fácilmente de abandonar sus preocupaciones. Sin embargo, también sabía que no podía dejar que esas dudas socavaran la relación de su hermano.

- Lo entiendo, Max. Pero a veces, tenemos que confiar en que las personas saben lo que es mejor para ellas, incluso si no podemos entenderlo completamente —dijo, su tono suavizándose con la compasión— Solo espero que puedas encontrar una forma de aceptar la situación y apoyar a Victoria, incluso si no puedes entender su elección.

Max asintió, reconociendo la sabiduría en las palabras de Dafne. Aunque aún tenía sus dudas, sabía que debía encontrar una manera de reconciliar sus preocupaciones con el deseo de apoyar a Victoria en cualquier camino que eligiera, ella antes de irse, se volvió hacia Max con una mirada llena de determinación y frustración.

- Te advierto, Max. Deja de meterte en el matrimonio de mi hermano —dijo con firmeza, su tono lleno de advertencia.

Max la miró con una mezcla de sorpresa y preocupación, sintiendo la intensidad de sus palabras.

CASADOS POR ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora