CAP. 10

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Aarón frunció el ceño al notar el cambio repentino en la expresión de Victoria.

- Victoria, ¿estás bien? Estás pálida - dijo con preocupación.

Victoria apartó la mirada, jugueteando nerviosamente con un mechón de cabello.

- Sí, estoy bien. ¿Qué quieres, Aarón? - respondió con voz apenas audible, tratando de ocultar su ansiedad.

Aarón no se dejó engañar por la aparente calma de Victoria.

- Necesito hablar contigo sobre lo que pasó hace un año. ¿Qué sabes tú al respecto? - preguntó, su tono firme, pero lleno de incertidumbre.

Los ojos de Victoria se ensombrecieron, y su corazón comenzó a latir con fuerza.

- No sé de qué estás hablando. Deja de inventar cosas - respondió, intentando ocultar el miedo que crecía dentro de ella.

Aarón apretó los puños, frustrado por la negativa de Victoria.

- No estoy inventando nada. Sé que estuviste involucrada de alguna manera. ¿Qué tienes que decir al respecto? - insistió, sus ojos, buscando desesperadamente alguna señal de culpabilidad en el rostro de Victoria.

Victoria se enderezó, su mirada desafiante.

- No tuve nada que ver con eso, Aarón. ¿Por qué insistes en culparme sin pruebas? - respondió, tratando de mantener la compostura a pesar del temblor en su voz.

Aarón la observó con recelo, evaluando cada gesto y cada palabra.

- Porque sé que algo ocultas. ¿Qué te hace pensar que puedo creerte? - preguntó, sus ojos brillando con determinación.

Victoria respiró hondo, intentando controlar su creciente angustia.

- Porque es la verdad. No tengo nada que ocultar, pero tú tampoco tienes derecho a acusarme sin pruebas - declaró, su voz firme a pesar del nudo en su garganta.

El viento susurraba entre los árboles, añadiendo un eco fantasmal a la conversación tensa entre los dos estudiantes.

Aarón frunció el ceño, sintiendo que la conversación se escapaba de su control.

- Entonces, ¿qué estabas haciendo la noche del incidente? - preguntó, su voz más áspera mientras intentaba desentrañar la verdad.

Victoria se tensó, sus ojos buscando desesperadamente una salida.

- Estaba en casa estudiando - respondió, sus palabras cargadas de frustración.

Aarón la miró escépticamente, buscando cualquier indicio de mentira en su rostro.

- ¿Y tienes algún testigo que pueda confirmarlo? - interrogó, su tono desafiante mientras buscaba cualquier fisura en la historia de Victoria.

Victoria apretó los puños, su paciencia llegando a su límite.

- No necesito testigos para probar mi inocencia. Si no tienes pruebas, deja de acusarme - exclamó, su voz temblorosa, pero llena de determinación.

El silencio se apoderó del jardín, roto solo por el susurro del viento entre los árboles y el latido acelerado de los corazones de Victoria y Aarón.

Aarón respiró hondo, sintiendo el peso de la verdad que aún se le escapaba.

- Esto no ha terminado, Victoria. Voy a encontrar la verdad, con o sin tu cooperación - prometió, su voz llena de determinación mientras se alejaba lentamente.

Victoria lo observó partir, su mente llena de dudas y temores.

- Haz lo que quieras, pero déjame en paz - susurró, sintiendo el peso de un secreto que amenazaba con destruirlo todo – no entiendo que es lo realmente quieres, por si no sabías ese caso de hace un año ya fue resuelto – donde se acerca a él – fue un suicidio, no sé quién diablos ye dijo lo contrario, pero claramente la persona que te lo dijo, lo dijo con la mala intención de perjudicarme

CASADOS POR ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora