CAP. 87

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- ¿Ayudarte a recuperarla? ¿Estás loco, William? — levantó la voz, su indignación clara— Después de todo lo que le hiciste, ¿crees que voy a ayudarte?

William dio un paso hacia adelante, tratando de calmar la situación.

- Max, sé que hice mal, pero estoy dispuesto a hacer lo que sea para enmendarlo. Solo necesito una oportunidad para explicarle...

- ¡No hay nada que explicar! —gritó, interrumpiéndolo— mi Bonita ha pasado por mucho y no merece que vuelvas a entrar en su vida para causar más problemas.

La sonrisa de Williams se desvaneció, y su expresión se volvió seria.

- Max, no entiendes...

Max se acercó a William, su expresión era dura y decidida. Se paró frente a él, bloqueando su camino para salir del despacho.

- aléjate de mi Bonita William —dijo, su voz cargada de advertencia— mi Bonita no está disponible. Por si lo olvidaste, ella está casada.

William se tensó, su rostro se oscureció con una mezcla de ira y frustración.

- ¡Imbécil! —gritó, acercándose a Max con furia— ¡Me vale que esté casada con ese capullo! Yo quiero a Victoria, la quiero de vuelta y la voy a tener.

Max no retrocedió, su mirada fija en William.

- No entiendes nada, ¿verdad? —dijo, su voz tranquila, pero firme— No se trata solo de lo que tú quieras. Se trata de lo que ella quiere. Y está claro que ella no te quiere a ti.

William apretó los puños, su cuerpo temblando de rabia contenida.

- No sabes de lo que estás hablando, Max. Victoria y yo tenemos una historia, tenemos sentimientos que tú no puedes entender.

Max negó, con la cabeza, su expresión imperturbable.

- Lo único que entiendo es que tú ya la perdiste hace mucho tiempo —respondió— Y voy a asegurarme de que se mantenga así. No permitiré que la lastimes de nuevo.

William se acercó aún más, su rostro a solo centímetros del de Max.

- No te interpongas en mi camino, Max —advirtió — Porque si lo haces, te aseguro que te arrepentirás.

Max sonrió fríamente, su postura relajada pero preparada para cualquier cosa.

- Haz lo que tengas que hacer, William —dijo Max—. Pero recuerda esto: no tienes poder sobre Victoria. Y cualquier intento de hacerle daño pasará primero por mí.

La tensión en la habitación era palpable, cada palabra una chispa en el tenso enfrentamiento. William finalmente se apartó, su rostro una máscara de determinación y furia.

- Esto no ha terminado —dijo con voz baja y amenazante— La voy a recuperar, no importa lo que cueste

- Haz lo que quieras, William —murmuró — Pero no te dejaré acercarte a mi bonita. No mientras yo esté aquí para protegerla.

- La amo de verdad. Haré cualquier cosa para demostrarle a ella y a ti, incluso al mundo que he cambiado.

- ¿Cambiar? —se burló — Tú no sabes lo que es cambiar. Lo único que sabes hacer es manipular y lastimar a las personas que te rodean.

William apretó los puños, pero trató de mantener la calma.

- Mira, Max, no te llame aquí para pelear. Solo quiero tu ayuda para hablar con ella, para que me dé una segunda oportunidad.

Max negó, con la cabeza, su resolución inquebrantable.

- No voy a permitir que vuelvas a lastimarla. Mi Bonita es importante para mí, y haré todo lo posible para protegerla de ti.

CASADOS POR ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora