- Bonita ¿Qué pasa? ¿Estás bien? – respondió Max al otro lado de la línea, preocupado por el tono de su voz
- No... no estoy bien, tuve una pesadilla, necesito verte ahora mismo – suplico, sintiendo que su mundo se desmorona, Max no dudo en nada
- Tomaré el helicóptero, hacia allí, voy en camino, quédate ahí, estaré contigo en unas horas bonita
Victoria colgó, aún temblaba, miraba a su alrededor, tratando de aclarar su mente a la realidad, pero la sensación de la pesadilla seguía latente. Se abrazó a sí misma, tratando de encontrar consuelo mientras esperaba la llegada de Max, el único que podía entender el alcance de su tormento
En mossman Gorge, Max, después de colgar la llamada con Victoria, Max se apresuró a alistar sus cosas para regresar a la ciudad. La preocupación por Victoria lo consumía, y su mente estaba ocupada con pensamientos sobre ella. Max siempre había sentido un cariño profundo por Victoria, y sabía que debía estar a su lado en este momento de necesidad.
Mientras empacaba frenéticamente, Dafne, entró en la habitación con una expresión de curiosidad y preocupación.
- Max, ¿qué pasa? —preguntó, notando su agitación.
- Tengo que irme, es urgente —respondió sin mirarla, concentrado en su tarea.
- ¿A dónde? —insistió, acercándose más— ¿Qué sucede?
Max se detuvo un momento, respirando hondo antes de contestar.
- Tengo que volver. Mi Bonita está mal —dijo finalmente, explotando con frustración—. Necesita mi ayuda.
- Max, no puedes irte. Estamos en medio de las sesiones importantes del proyecto. No puedes simplemente abandonar todo ahora —argumentó, tratando de mantener la calma.
- Me importa un carajo, todo esto —replicó, su voz llena de ira contenida— Lo que me importa es ella. Ella me importa.
Dafne lo miró con sorpresa y preocupación, tratando de entender la magnitud de la situación.
- Max, por favor, explícamelo. No entiendo por qué Victoria es tan importante para ti —dijo, intentando mantener la compostura.
Max se detuvo nuevamente, mirándola directamente a los ojos.
- No tengo tiempo para explicaciones, Dafne. Lo único que necesitas saber es que Victoria me necesita y no voy a dejarla sola —dijo, con una determinación inquebrantable.
- Pero Max... —intentó una vez más, pero él la interrumpió.
- No hay peros. Me voy ahora mismo —dijo firmemente, cerrando su maleta con un movimiento brusco.
Dafne suspiró, intentando encontrar las palabras adecuadas.
- Max, escúchame. Victoria está casada con Aarón. Él es su esposo, y es él quien debería estar con ella en estos momentos. No tú.
Max apretó los puños, sintiendo la frustración hervir en su interior.
- ¡Aarón no entiende lo que ella necesita! —gritó— No la conoce como yo. No sabe lo que realmente le pasa.
- Por Dios, Max, es su esposo. Obviamente, tiene que hablar con ella. Él es quien debe cuidarla —insistió, su voz reflejando la tensión.
- No lo entiendes, Dafne. Yo tengo que estar con ella. Es diferente —dijo, su voz baja pero cargada de emoción.
Dafne se quedó en silencio por un momento, tratando de procesar lo que Max estaba diciendo. Finalmente, habló con firmeza.
- Max, estás cruzando una línea muy peligrosa. No puedes intervenir en su matrimonio de esta manera. Necesitas respetar su relación —dijo, con un tono serio.
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CASADOS POR ACCIDENTE
De TodoLa vida de Victoria Somerset y Aarón Özdemir se entrelaza en una trama llena de pasión, intriga y giros inesperados. Victoria, una belleza deslumbrante y líder de las chicas populares en la universidad, y Aaron, un chico guapo y adinerado recién lle...