CAP. 76

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- No entiendes, mamá. Aarón y yo estamos destinados a estar juntos. Él solo necesita ver que soy la persona adecuada para él. Y ahora, sin Victoria en el camino, tengo la oportunidad de mostrarle cuánto lo amo —dijo, sus ojos brillando con una pasión casi obsesiva.

Clara suspiró, consciente de la obstinación de su hija.

- Isla, debes ser realista. Aarón puede estar pasando por un momento difícil. No te hagas ilusiones —dijo Clara, con tono suave.

Isla se volvió hacia el espejo, su expresión se volvió seria.

- No, mamá. Esto es real. Aarón es mío, y haré lo que sea necesario para que esté conmigo —dijo, su voz firme.

Clara la miró con preocupación.

- ¿Qué piensas hacer, Isla? —preguntó, temiendo la respuesta.

- Voy a ir al tribunal el viernes. Quiero estar ahí para apoyarlo, demostrarle que puede contar conmigo en estos momentos difíciles —dijo Isla, con un tono resuelto.

Clara negó con la cabeza, sintiendo un nudo en el estómago.

- Isla, por favor, no te metas en problemas. Aarón es un hombre complicado, y esta situación es muy delicada —dijo, tratando de razonar con su hija.

Isla la miró con un destello de obstinación en sus ojos.

- No te preocupes, mamá. Sé lo que hago. Aarón será mío, y nadie podrá detenerme —dijo, con una confianza que rayaba en la locura.

Clara salió de la habitación, dejando a Isla con sus pensamientos. La joven se miró al espejo una vez más, imaginando un futuro donde Aarón era suyo.

- Seremos felices juntos, Aarón. Te lo prometo —susurró, con una sonrisa que reflejaba una mezcla de amor y obsesión.

Victoria se levantó con el corazón pesado, preparándose para enfrentar la realidad del divorcio. Sabía que tenía que ser fuerte, pero el miedo y la tristeza seguían presentes.

- Hoy enfrentaré esto... por Aarón, por nosotros —se dijo, tratando de infundirse valor.

Victoria se vistió con cuidado, queriendo presentar la mejor versión de sí misma, aunque por dentro se sintiera destrozada. Sabía que debía mostrar dignidad y fuerza, aunque cada paso hacia el tribunal fuera una tortura.

Victoria se preparó para el día siguiente. Se puso un vestido sobrio pero elegante, queriendo mantener su dignidad en medio de la tormenta emocional. Mientras se miraba en el espejo, no podía evitar pensar en todos los momentos felices que había compartido con Aarón.

- Esto no puede ser real. No puede terminar así —se dijo a sí misma, con un nudo en la garganta.

En el parque, Max y Dafne paseaban tranquilamente, pero algo pesaba en el ambiente.

- Max —dijo, rompiendo el silencio.

- Dime—respondió, volviéndose hacia ella.

- ¿No has notado algo raro hoy entre Victoria y Aarón?

- Ahora que lo mencionas, sí. Parecían... no sé, como si algo malo hubiera pasado o estuviera a punto de pasar —dijo fingiendo, frunciendo el ceño.

- Sus caras estaban decaídas, con ojeras rojas. Definitivamente, algo va a pasar o ya pasó —añadió Dafne, con preocupación.

- Sí, es extraño. Siempre los he visto tan unidos. Espero que todo esté bien —dijo, suspirando, él sabía todo lo que estaba pasando, pero no quiere decirlo nada, ya que es un tema privado, se despide de Dafne y se va

CASADOS POR ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora