CAP. 63

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- ¿No te acuerdas de lo que pasó ayer? —dice Max, preocupado.

- Solo recuerdo que estaba hablando con las chicas. Después de que ellas se fueron por unos jugos, me quedé sola hasta que apareció Isla. —dice Victoria, empezando a asustarse mientras los recuerdos vuelven a ella.

Empieza a recordar más detalles, la conversación con Isla, la confrontación con Isla. La desesperación la invade y trata de tranquilizarse, pero le resulta imposible.

- Victoria... —dice Max, tratando de calmarla—. Tranquila, estoy aquí contigo.

- Max... —dice Victoria, comenzando a llorar—Solo recuerdo hasta que Isla apareció y después... después todo es confuso.

- Está bien, bonita. No fuerces tus recuerdos. —dice Max, con una voz calmante. Lo abraza tiernamente acariciándole el cabello – Tranquila bonita ya paso

De repente, Victoria siente un dolor agudo en su muñeca.

- ¡Auch! —grita, alarmando a Max.

- ¿Qué pasa, Bonita? —pregunta Max, preocupado.

- Mi muñeca... —dice Victoria, mirando su mano— ¡Me duele!

Max examina su muñeca y se da cuenta de que está hinchada y de un color morado intenso. La mano está inmovilizada y parece destrozada.

- ¡Por Dios, Victoria! —exclama Dafne, que se acerca al escuchar los gritos— Tu muñeca está hinchada y parece rota.

- ¡Max, me duele mucho! —llora Victoria, el dolor es insoportable.

- Tenemos que llevarte al hospital de inmediato —dice Max, decidido

- ¡No! Al hospital, ¡no! — niega

- Lo siento, pero necesitamos ayuda urgente.

Max levanta a Victoria con cuidado y se dirige rápidamente al coche. Dafne lo sigue de cerca.

- ¡Vámonos! —dice Dafne, mientras suben al coche— Max, rápido.

- ¡Ya voy! —responde Max, arrancando el coche.

- ¡Me duele, me duele mucho! —grita Victoria, retorciéndose de dolor en el asiento trasero.

- Trata de calmarte, Victoria. Estarás bien, te lo prometo. —dice Dafne, sosteniéndole la mano.

Mientras Max acelera, Victoria trata de entender qué le pasó. Los recuerdos vuelven en oleadas dolorosas. Recuerda la confrontación con Isla, los gritos de Aarón, y finalmente la humillación y el dolor cuando Aarón le torció la muñeca.

- ¡Aarón! —susurra Victoria, horrorizada— Me hizo esto...

El dolor y la revelación son demasiado para ella. Comienza a vomitar sangre y a sangrar por la nariz, asustando a todos en el coche.

- ¡Por Dios, Max, está vomitando sangre! —grita Dafne, en pánico.

- ¡Aguanta, Bonita! ¡Por favor, aguanta! —exclama Max, conduciendo aún más rápido.

Victoria apenas puede respirar. El mundo a su alrededor se desvanece mientras se desmaya.

- ¡Bonita, no! —grita Max, con lágrimas en los ojos— ¡Por favor, aguanta!

Max llega al hospital a toda velocidad. Con la ayuda de Dafne, llevan a Victoria dentro, gritando por ayuda. Los médicos los reciben y rápidamente trasladan a Victoria a una camilla.

- ¡Por favor, sálvenla! —grita Max, desesperado.

En la Universidad, Aarón llega a la universidad con el rostro cansado y los ojos hinchados por la falta de sueño. Desesperado, busca a Victoria por todos lados sin éxito. Finalmente, ve a las populares, se acerca a ellas con esperanza.

CASADOS POR ACCIDENTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora