CASADOS POR ACCIDENTE

CAP. 12

- Dafne podemos hablar

- Ahora no Isaac – se va

En el hospital, Aarón y Dafne ingresaron con preocupación en sus rostros. Al ver a los populares en la sala de espera, la tensión se palpaba en el aire. Las miradas se cruzaron brevemente antes de que ambos grupos desviaran la vista, evitando cualquier contacto visual directo. Después de un momento de incertidumbre, Aarón y Dafne se acercaron a una de las enfermeras para preguntar por Max. La enfermera les aseguró que estaba bien, que no había sufrido lesiones graves.

- Podemos pasar a verlo – dijo con un suspiro de alivio, pero su expresión denotaba preocupación. Pero antes de que pudieran dirigirse a la habitación de Max, la enfermera los detuvo

- En este momento está con alguien más - les informó, con un tono de disculpa - Creo que su novia

- Oh, está bien - respondió Dafne con comprensión, mientras se volvía hacia Aarón - Tendremos que esperar entonces

Aarón asintió, aunque su atención estaba dividida entre la preocupación por Max y la curiosidad por la presencia de los populares en el hospital. Mientras observaba a los rostros conocidos, notó la ausencia de Victoria, lo que lo dejó intrigado.

Mientras tanto, dentro de la habitación del hospital, Max despertó para encontrarse con Victoria dormida a su lado. Una sonrisa se formó en sus labios mientras acariciaba suavemente su cabello. En ese momento, Victoria se despertó y lo abrazó con ternura, disculpándose por despertarlo.

- No te preocupes - respondió Max con una sonrisa

- Pensé que no ibas a despertar nunca – lo abraza

- Te prometí que siempre estaré contigo, a pesar de que siempre estés en silencio – lo dice en tono sarcástico

Victoria levantó una ceja, respondiendo con una nota de sarcasmo en su tono

- Oh, lo siento, ¿acaso estaba molestando con mi silencio?

Max rio suavemente.

- Bueno, eres conocida por tus siestas maratónicas. Pensé que te habías convertido en parte del mobiliario del hospital

Victoria le lanzó una mirada juguetona.

- Muy gracioso – replicó - Pero déjame decirte que he pasado por un montón de situaciones emocionantes mientras dormía

- Ah, sí, claro - respondió Max con una sonrisa burlona - Estoy seguro de que tus sueños son tan emocionantes como una taza de té

Victoria fingió indignación

- ¡Oye, mis sueños son muy interesantes, gracias! Tal vez algún día te cuente sobre el mundo mágico que se desarrolla mientras duermo

Max rio, disfrutando de la ligera tensión que se disipaba entre ellos.

- Esperaré ansiosamente ese día - bromeó.

Así comenzó una conversación sarcástica y divertida entre Max y Victoria, donde intercambiaron bromas y comentarios ingeniosos mientras compartían el espacio íntimo de la habitación del hospital. Victoria se acomodó en la silla junto a la cama de Max, su mirada llena de preocupación mientras observaba su rostro.

- ¿Qué pasó? ¿Cómo te lastimaste? - preguntó con suavidad, rompiendo el silencio.

Max suspiró, recordando los eventos que lo llevaron al hospital.

- Fue solo un pequeño altercado en la universidad – explicó - Nada importante, solo un malentendido que se salió de control

Victoria frunció el ceño, sin estar del todo convencida.