Capítulo 7

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Esa noche como de costumbre se me había pedido que catara la comida de la señorita Gyokuyo, ya que el emperador había venido a verla a su vista nocturna.

—Eso es todo de mi parte —anuncié—. Que pasen buena noche, con permiso.

Y justo cuando iba a retirarme una voz me detuvo.

—Espera —dijo—. Tengo un trabajo para para la médica y boticaria de la que todos hablan.

El emperador me dirigió la palabra... alto, ¿de la que todos hablan? ¿Mi nombre ha llegado a oídos del emperador? No sé si me gusta esa idea...

Me incliné y junté mis manos frente a mi nariz.

—Si puede ser útil, lo haré con gusto —respondí—. ¿En qué puedo servirle?

Para mí, había una diferencia entre ayudar y servir, ayudar era porque a mí me nacía hacerlo y no esperaba nada a cambio, lo hacía por devoción y por querer ayudar a los demás, era la principal razón por la que me había convertido en médica y boticaria.

Pero servir era algo totalmente diferente, servir a los demás significaba muchas veces estar a su disposición sin esperar una remuneración aceptable, y rara vez se obtenía, se asemejaban a las órdenes y principalmente era porque alguien estaba arriba de mí, servir al emperador era todo un honor para los plebeyos, pero aún no me convencía del todo esa palabra.

—La condición de la concubina Lihua no es buena —me dijo—. ¿Podrías revisarla por mí?

Revisarla por mi... es lo mismo que ordenarme que la cure, aunque no puedo negarme a la voluntad de nuestro emperador, prefiero seguir ayudando a la concubina Gyokuyo.

—Como usted ordene.

Y hablando de la señorita Gyokuyo, ¿el emperador debería decir estas cosas enfrente de otra concubina de alto rango? Realmente se comporta como alguien que lleva el título de emperador.

Miré de reojo a la señorita Gyokuyo, pero ella parecía estar bien con la situación, tenía esa sonrisa pacífica y tranquila que siempre mostraba a los demás.

(...)

—¡Increíble! —me gritaron—. ¡De verdad esperas que mi señora Lihua coma una comida de tan baja clase!

Y me tiró el tazón de comida al suelo.

Lo que es realmente increíble es que desperdicies la comida de esa forma.

Me hinqué en el suelo a recoger el desastre que la dama de compañía había hecho.

—Es mejor que lo hagas de nuevo —espetó con una sonrisa de victoria.

Suspiré hondo y seguí limpiando.

El primer paso para curar a la concubina Lihua es arreglar su alimentación, ya que después del incidente del polvo de maquillaje fue prohibido en el harem y los mercaderes fueron castigados por ello, así que la posibilidad de que esté siendo envenenada es baja.

Si no está siendo envenenada debo darle prioridad a su alimentación y limpiar el veneno que aún quede en ella; arroz rico en fibra, té con efecto diurético y frutas blandas de digerir; y como recibí una orden imperial se me concedió la autoridad para decirle al cocinero que alimentos preparar.

Noches efímeras | JinshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora