Noches efímeras | Jinshi

Capítulo 100

Después de un rato de caminar, llegamos a una pequeña aldea.

No me esperaba que hubiera una aldea en un bosque como este.

Suirei le hizo señas al vigilante de la entrada e hicieron bajar un puente elevado para que pudiéramos pasar el foso que dividía la aldea del resto del bosque.

Esta aldea es igual que la jaula del palacio interior, dividido por una fosa.

Cuando entramos lo primero que percibí fue el vapor que cubría todos los canales, y a la mayoría de las personas usando batas.

—¿Esto es un complejo de aguas termales? —pregunté.

—Así es, las fuentes termales son la única razón por la que se construyó una aldea aquí —me respondió Shisui.

Ya veo, eso explica el calor y la humedad.

Seguía mirando alrededor, y llamando mi atención, vi a una mujer un poco familiar pasar a mi lado.

Parece que también hay extranjeros aquí, además, ese aspecto y color de cabello... se parecen mucho a los de las enviadas especiales, podría ser...

De pronto un instinto básico me llegó a la mente y esquivé a un niño que estaba por chocar conmigo.

Estuvo cerca.

—¡Oye, casi chocas conmigo!

Lo fulminé con la mirada y me quedé en silencio, que de inmediato se vio interrumpido porque Shisui le dio un golpe en la cabeza.

—Es tu culpa por no mirar por donde caminas —lo regañó.

—¡Hermana! —chilló—. ¡Vaya! ¿Suirei también está contigo? ¡Bonita ropa!

—Tranquilízate —le pidió.

—Escuché que ya no vendrías nunca más —dijo emocionado—. ¡Pero Nan me mintió, genial!

Me pregunto si de verdad serán hermanos o solo se dicen así por ser cercanos.

—Al fin y al cabo, ¡el festival empieza mañana!

¿Festival?

—Si... regresamos justo a tiempo —dijo aliviada Shisui.

—¿Ya tienes preparada tu linterna?

—Aun no, recién acabo de llegar.

—Entonces tenemos que darnos prisa.

Es verdad, si miro los alrededores parece que están haciendo preparativos para algo.

Caminé detrás de ellos viendo cómo se divertían hablando del festival de mañana.

(...)

Llegamos a un edificio donde supuse descansaríamos un poco.

Este edificio luce muy lujoso y más antiguo que no combina en este pueblo en medio de la nada, ¿será un lugar solo para las personas importantes?

Fui traída aquí por Suirei, pero ahora mismo está hablando con el posadero, parece ser que este era nuestro destino original...

En lo que esperaba a que Suirei terminara de hablar, vi a mi alrededor y vi un palanquín no muy lejos de donde estaba.

Tiene una forma inusual, incluso parece ser que la persona que lo cuida es de otro país, me recuerda al palanquín donde venían las enviadas...

—¿Tienes curiosidad de si tenemos un enviado especial? —me dijo de pronto Suirei al oído.

Otra que parece gustarle hablar con los demás a sus espaldas.