Capítulo 3

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—Bueno... es que yo no hice nada...

Pero en ese momento el maestro Jinshi se aclaró la garganta, sacó un trozo de papel y un pincel para escribir.

—¿Podrías escribir nuestros nombres por favor? —pidió con una galante sonrisa—. Estoy seguro de que sabes escribir mi nombre.

Ese es... el papel que utilicé para transmitir mi mensaje a las consortes.

Lo miré lo más tranquila que pude e hice lo que me pidió.

Maestro Jinshi, Concubina Gyokuyo, Mei-yin.

Cuando escribí los nombres en el papel no solo se dieron cuenta de que mi letra era la misma que estaba al reverso, sino que también habían comprobado que sabía leer y escribir y que seguramente mis conocimientos eran mucho más amplios de lo que ellos imaginaban.

El maestro Jinshi y la concubina Gyokuyo me miraron con una sonrisa de impresión, pero pude notar más intensidad en la concubina, asumí que era porque en su corte seguramente trabajan mujeres de mucha eficiencia. En cambio, la expresión del maestro Jinshi era de un asombro poco común, como si hubiera encontrado algo exótico y único con lo cual divertirse.

He sido expuesta totalmente así que supongo que no tiene caso mentir ya.

—Ese día, después de darme cuenta de lo que sucedía les dejé cartas a las consortes —expliqué—. Era simple, el polvo facial usado en el harem contenía veneno, así que todo lo que tenían que hacer era no usarlo.

Recordé los muchos problemas que causó ese polvo en los burdeles.

—Incluso en el distrito rojo donde me crie, había muchas cortesanas que usaban el mismo polvo que el del harem y la mayoría de ellas se vieron afectadas por el veneno del polvo y murieron —continué—. Yo simplemente no podía quedarme de brazos cruzados, porque originalmente trabajaba como boticaria y médica, así que ahora que lo saben... ¿hay algo que pueda hacer para disculparme?

El maestro Jinshi y la concubina Gyokuyo se miraron muy complacidos.

—En ese caso... de ahora en adelante serás mi dama de compañía —declaró muy entusiasmada.

—¿Su dama de compañía? —pregunté confundida—. De acuerdo...

(...)

La concubina Gyokuyo no solo posee una personalidad brillante y gentil, también es bastante sabia para ser una persona cuidadosa, no podía escoger a cualquiera como su dama de compañía.

Como la concubina favorita del emperador tenía que ser cautelosa con las personas que trataba.

Actualmente posee 4 damas de compañía, que en comparación con la concubina Lihua que tiene más 10 damas la podría poner en riesgo de perder su influencia como una concubina de alto rango.

Me recosté en mi cama y me quedé pensando en los sucesos que habían pasado en estos pocos días.

Al menos ahora tengo una habitación propia, puede que sea mucho para una simple dama de compañía, pero fue un gran trato, solo quiero hacer las cosas bien aquí en el Palacio de Jade.

Comí uno de los dulces que me dieron e intenté dormir un poco, pero fue inútil.

Me siento inservible, las integrantes del Palacio de Jade son arduas trabajadoras, a pesar de que trabajadores menores pueden venir a arreglar las habitaciones ellas mismas lo hacen y no son necesarios, también parece que despidieron a la nodriza porque la bebé ya come papillas.

Noches efímeras | JinshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora