Noches efímeras | Jinshi

Capítulo 26

—Entonces... Fengming se delató por su cuenta —dijo el maestro Jinshi—. ¿Sabes algo sobre esto?

La verdad era que me había llevado el cuchillo de Fengming de su habitación como parte de la propuesta que le hice.

—Lo lamento, pero no sé nada al respecto —me excusé—. Yo creo que el resultado no fue malo, al final el culpable lo admitió todo.

—Pero tú le pediste a Gaoshun que reuniera algunos documentos ¿verdad?

—Temo que mi curiosidad es demasiado grande a veces —me reí—. Le pido disculpas, de haber descubierto algo se lo habría dicho de inmediato.

—El motivo de Fengming fue para permitir que la señora Ah-Duo mantuviera su posición como una de las cuatro concubinas de alto rango —declaró.

—Vaya, creo que le tiene mucha lealtad a su señora —comenté.

Mi propuesta en ese momento fue convertir dos motivos en uno, incluso si su muerte no puede prevenirse, la razón por la que el hijo de Ah-Duo falleció, puede mantenerse en secreto.

Para alguien como yo, una dama de compañía de escasas conexiones en el palacio interior y sin perjudicar a terceros, fue lo único que pude ofrecerle como ayuda.

—Aunque el hecho de que la señora Ah-Duo debe abandonar su posición como concubina de alto rango es inevitable.

—¿Es debido a este incidente? —pregunté.

—No, no tiene relación con Fengming —respondió—. Ya había sido decidido desde un principio.

Ya veo...

—Luego de que la señora Ah-Duo ceda su posición en el palacio interno se mudará a la villa del sur —explicó—. Aunque ser enviada a la villa del sur es algo inusual, todo esto son los deseos del emperador.

—Comprendo.

Miré en la habitación lista para irme y noté una flor muy conocida.

Es la flor de miel venenosa.

—Hongniang acaba de colocarlas —me dijo parándose a mi lado.

—Estas flores pueden producir una miel muy dulce —recordé—. Es muy sabrosa y se puede beber directamente por la parte de abajo de la flor.

—¿De verdad? —preguntó impresionado—. A ver...

—No lo haga, maestro Jinshi —le advertí—. Esta miel tiene veneno, sería una verdadera lástima que usted muriera.

Hubo un pequeño silencio entre los dos.

—¿Tú... crees que sería una lástima? —indagó con cautela—. ¿Te pondrías triste?

¿Qué clase de pregunta es esa? Es demasiado directo como siempre, maestro Jinshi, pero... supongo que no estaría mal responderle con honestidad, aún más cuando ya le mentí sobre el incidente de Fengming, espero que no traiga problemas graves en un futuro.

—Si está dentro de mis posibilidades... no lo dejaría morir, maestro Jinshi —respondí—. Vivir con su muerte... sería muy difícil para mí.

Lo miré con una sonrisa y me grabé la expresión que puso en su rostro al escuchar esa respuesta.

(...)

Con un movimiento final subí a la muralla donde la princesa Fuyo solía bailar antes de ser entregada a su amigo de la infancia.

La ejecución de Fengming fue rápida, que lástima que la señora Ah-Duo haya perdido a una sirvienta tan capaz como ella.

Destapé la botella de sake que el maestro Jinshi me había regalado por mi aportación al caso del oficial Kounen, bebí unos tragos y me senté a contemplar la luna que había esa noche.