Capítulo 51

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** Jinshi **

—No...

Y todo se quedó en silencio, no fue hasta ese momento que vi a que se refería con un metal, se le había encajado un metal en sus costillas y toda su sangre comenzó a esparcirse por su ropa.

Estarás bien, yo estoy aquí contigo, no te voy a abandonar, había algo que me dijo hace un tiempo... cierto, debo llamar a su aprendiz.

Ni siquiera puedo mostrar cuan preocupado estoy por ella debido a que todos nos están viendo, odio esto... odio tener las manos atadas...

Con toda la tranquilidad que pude, la cargué en mis brazos y me grabé en la mente su expresión pacífica, a pesar de que pudiera estar sintiendo mucho dolor debido a esa herida en su abdomen.

Salí del templo con ella inconsciente en mis brazos, y con cada paso que daba, el resto de los asistentes de la ceremonia se inclinaban ante mí.

Y ahí estaba ese hombre, a los pies de la escalera del templo, completamente anonadado de ver a su hija inconsciente y envuelta en sangre, pasé a su lado sin mirarlo, pero por el rabillo del ojo vi su terror al verla así.

No te preocupes, ya estás conmigo.

Fue un camino infernalmente largo y perturbador, su sangre iba dejando un camino de gotas justo por donde íbamos pasando.

Debe de estar bien si no muevo el metal, si se mueve demasiado podría desangrarse y su aprendiz no llegaría a tiempo, y los médicos de aquí son incompetentes, y no la voy a llevar a la sección militar.

Después de lo que me pareció una eternidad, llegué a mis aposentos, y vi la cara de horror de Gaoshun y de Suiren.

—Encuentra a su aprendiz, se llama Milouan —le dije a mi asistente.

—Enseguida —respondió de inmediato.

Salió de la habitación y la recosté en mi cama, esperando en agonía la llegada de aquella chica.

—Joven amo, he preparado todo lo que pudiera necesitar la aprendiz de shao-mei —me dijo Suiren.

—Gracias —susurré.

Me negué a irme al menos hasta ver que su aprendiz llegara, no había nada que me importara nada más que Mei estuviera a salvo.

Lo lamento tanto... por favor... no te vayas a ir... si te vas... esto terminaría por decir que jamás podré tener lo que realmente quiero.

Con cada minuto que pasaba notaba como su temperatura subía y bajaba, su mano temblaba de vez en cuando debido al dolor que sentía.

¿Porque tarda tanto...? ¿Y si no llega a tiempo? ¿La llevaré al área militar arriesgándome a que su padre la vea todavía peor?

El matasanos no la curará de inmediato, seguramente se desmayaría al ver la gravedad de esta herida, aunque seguramente ella es muy resistente a esto, no puede curarse sola, puede que haya algo en las notas que están en su habitación y las de su farmacia, pero ninguno de nosotros es médico, si le doy algo que no debería...

—Amo Jinshi.

Alcé la mirada y vi a Gaoshun muy agitado, y a una joven un poco menor que Mei a su lado.

—Es... la aprendiz de shao-mei...

—Maestra...

La chica se amarró el cabello tan rápido que apenas podía ver sus movimientos, se acercó a Mei y comenzó a analizar sus heridas.

—Pequeña contusión en la cabeza, no veo más sangre salir, debido ser un golpe ligero —nos dijo—. Tiene un metal enterrado en las costillas, ahora funge como tapón para evitar que se desangre, hizo bien en no quitárselo, señor Jinshi.

Noches efímeras | JinshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora