Noches efímeras | Jinshi

Capítulo 53

Esa noche, decidí escribirle a Milouan para agradecerle por toda su ayuda luego del incidente de la viga.

Querida Milouan, muchas gracias por no dejarme morir (y por no castrar al maestro Jinshi), lamento mucho si te asustaste al verme en el estado en el que estaba, pero también estoy segura de que mantuviste la calma, hiciste un trabajo excelente.

Leí tu informe y realizaste un tratamiento adecuado, muy bien hecho, gracias por traerme la crema especial, ¿ya mejoraste la técnica? Me da gusto ver los resultados de todo tu aprendizaje, y gracias por el báculo, si lo estoy usando (a regañadientes), regresaré pronto al barrio rojo para verlos a todos, te avisaré cuando pueda.

P.D.: como recompensa, puedes preparar la receta que quieras del libro maestro, ansío ver cómo te queda la medicina.

Doblé el papel y mientras lo guardaba en un sobre, alguien tocó la puerta.

¿Quién será a esta hora? Me sorprenden los caprichos nocturnos que pueda tener el maestro Jinshi.

—Adelante.

—Deberías estar descansando como te lo dijo tu aprendiz.

Me di la vuelta y vi al maestro Jinshi cerrando la puerta de mi habitación.

—Le escribía a Milouan por lo del otro día —respondí.

Dejé la carta de lado y le tomé la mano para poder levantarme.

—¿Como te sientes?

—Mucho mejor, aunque sigo necesitando ese ridículo báculo —respondí.

—Ese ridículo báculo es para que no te desangres nuevamente en mi regazo —me regañó.

Me recostó en la cama y se acostó a mi lado, rodeándome con sus brazos.

—Lamento si lo asusté demasiado —me disculpé.

—Fue aterrador —concedió—. Pero más que eso... odiaba no poder demostrar cuan preocupado estaba por ti.

Lo sé, este es el precio que pagar por pertenecer a la clase plebeya... ¿de verdad estará bien tener tantas esperanzas? ¿No estaré siendo demasiado ingenua al pensar que podemos tener una oportunidad?

La realidad era que no le había dicho nada de estos sentimientos al maestro Jinshi, era una de las muchas cosas que aún me guardaba para mí misma, pero principalmente, era porque no sabía si esta situación podía tener solución.

Mi clase social no cambiará jamás... la verdad, para alguien de su estatus, el Maestro Jinshi podría casarse con cualquiera de las concubinas de rango bajo, incluso las de rango medio.

—También lamento no haber venido antes —continuó—. Este incidente me trajo mucho trabajo.

—Está bien, lo entiendo —respondí con calma.

—Cuéntame de ti.

—¿Qué quiere saber?

—Todo —respondió seguro—. Pero me interesa saber tus deseos.

Mis deseos...

—Bueno... definitivamente quiero convertirme en una médica con mucho más conocimiento y conexiones —respondí—. Quiero volver a ir al extranjero para seguir aprendiendo, y así enseñarle más cosas a Milouan.

La idea de tan solo pensar en llevar a Milouan conmigo me hacía mucha ilusión.

—También quiero ser madre —declaré—. Quisiera una familia.