Capítulo 77

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Después de una larga plática con el maestro Jinshi sobre todos los acontecimientos del palacio interior, llegamos a la terrible conclusión de que había muchas cosas que no tenían explicación por ahora.

Y muy en mi interior tenía un mal presentimiento sobre todo esto, que hubiera tantos misterios no era bueno, en especial en un lugar como la corte imperial.

—No me siento bien —musitó Ailan.

—Mejor que no sea un resfriado —intervino Yinghua—. Piensa en lo que podría pasar si la señorita Gyokuyo te hubiera atrapado...

—Estaba siendo cuidadosa...

Le toqué su frente y verifiqué algunos síntomas.

Está un poco caliente... debería hacer un poco de medicina para el resfriado.

—Mei, lo siento, ¿podrías llevarla a la clínica también si planeas prepararle algún medicamento? —me preguntó mi amiga.

—¿Clínica?

—Es diferente a la oficina médica, si bien no tiene médicos, todavía hay personas a cargo ahí —aclaró—. De todos modos, Ailan conoce la ubicación, así que acompáñala por favor.

—Claro.

(...)

Recuerdo que estaba detrás del área de lavandería, pero si no tiene médicos... ¿qué podrán hacer por Ailan?

—Esta es la segunda vez que vengo —recordé—. La primera fue cuando llegué aquí por primera vez.

—Así es, se les enseña los lugares del palacio —me concedió—. ¡Disculpe! Parece que he atrapado un resfriado.

Y una mujer mayor se giró hacia nosotras.

Es raro ver a mujeres de esta edad aquí en el palacio.

—Un poco de fiebre, ya veo, saca la lengua —dijo mientras tocaba su frente.

Mi amiga hizo lo que le pidió.

—Parece que no es tan grave, deberías estar bien después de descansar durante dos o tres días —continuó—. ¿Que necesitas?

—Sería que pasara a mayores, así que, ¿podría quedarme aquí? —pidió—. ¿Solo por si acaso?

La mujer parece estar acostumbrada a diferencia del matasanos, y su diagnóstico también fue acertado...

Parece que este lugar es la razón por la que no se propagan enfermedades en el interior del palacio, a pesar de que solo tienen a ese matasanos.

Ailan y yo nos dirigimos hasta una habitación.

—Está bien, que todos sepan que volveré mañana —dijo antes de entrar.

—Claro, mejórate pronto —respondí con una sonrisa.

Cerró la puerta y fui de regreso al Palacio de Jade.

Todo en este lugar tiene sentido, no hay lujo innecesario, de hecho, es un edificio simple, y está lleno de ventanas rectangulares espaciadas uniformemente.

Y también está limpio apropiadamente, como la lavandería está cerca, pueden lavar fácilmente la ropa y los colchones, es el lugar perfecto para instalaciones médicas que ponen énfasis en la higiene.

—Oye, ¿qué andas merodeando por aquí? —espetó la mujer delante de mí.

—No estaba merodeando —aclaré—. Ya iba de regreso al Palacio de Jade.

La esquivé rápidamente y salí de la clínica.

Ese lugar está lleno de personas mayores... las damas del palacio interior generalmente se ven obligadas a ser reemplazadas antes de cumplir los treinta años, las que se quedan atrás suelen ser las damas principales o las que ocupan puestos altos como la jefa de damas de compañía de una concubina.

Noches efímeras | JinshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora