Capítulo 31

618 92 15
                                    

Al bajar de carruaje me presenté con la señora que esperaba al maestro Jinshi.

—Es un placer conocerla —me presenté—. Soy Mei-yin, espero que podamos trabajar con armonía.

—Pero que jovencita tan educada, descuida pequeña, si el amo te ha escogido como parte de sus sirvientes estoy segura de que eres muy competente —me dijo—. También es un placer conocerte soy Suiren, la jefa de sirvientas del amo Jinshi.

Así que aquí le dicen amo Jinshi, ¿yo también debería hacerlo?

Me incliné a modo de respeto.

—Acompáñame ¿sí? —nos interrumpió el maestro Jinshi—. Después podrás conocer el trabajo que tengo para ti.

Asentí y caminé detrás de él.

Aun sigo nerviosa por lo que pasó en el carruaje, no quisiera adelantarme a los hechos y son meras especulaciones, pero lo que hace el maestro Jinshi no lo haría cualquier hombre.

He tratado con cientos de ellos y sé diferenciar cuando te seducen de forma insensible y cuando de verdad quieren ganarse tu corazón, pero con él... no estoy segura de si eso es lo que quiere.

Apreté las manos y me intenté relajar para poder tener una conversación seria.

Entramos a una habitación y cerró la puerta.

No me puedo concentrar si estamos los dos solos.

—No quiero que seas una sirvienta, tengo un trabajo especial para ti —me dijo.

—Haré lo que sea que me pida.

—Quiero que hagas un examen para ser mi secretaria —informó—. Me gustaría que te prepararas bien.

—Entiendo.

—Gaoshun te dará todos los libros que necesitas para poder estudiar y aprobar el examen —continuó—. ¿Te parece bien ser mi secretaria o quisieras seguir siendo una sirvienta?

—¿Me está pidiendo mi opinión? —pregunté confundida.

—Sí.

Era consciente de que el maestro Jinshi no era una mala persona y no se aprovechaba de su posición, al menos no con malas intenciones, pero aun así no pude evitar sorprenderme al escucharlo preguntarme si quería ser su secretaria o su sirvienta.

—Nunca he sido una secretaria de nadie, pero si usted pensó primero en ese puesto para mí... significa que cree que estoy calificada para ello —respondí—. Así que pondré todo mi empeño en pasar el examen y poder serle de utilidad, si eso es todo me retiro.

Me incliné y justo cuando iba a abrir la puerta, vi el brazo del maestro Jinshi cerrarla con delicadeza.

—¿Desea tratar...?

No pude terminar la frase al sentir sus labios en mi cuello, aunque esta vez se sentía diferentes a cuando lo hizo por primera vez, el deseo me recorrió la espalda y amenazaba con crecer más y más.

—No te vayas todavía.

Contuve la respiración y asentí levemente, no me atreví a voltear por temor a ver su cara seductora viéndome de esa forma.

Así que lo único que podía sentir eran sus labios recorrerme el cuello, su respiración enloquecerme los sentidos y lo frágiles que se me volvieron las piernas en ese momento.

—Se aprovecha de mí —solté en un jadeo—. ¿Siempre es así con todas damas de la corte?

—Solo contigo.

Noches efímeras | JinshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora