Noches efímeras | Jinshi

Capítulo 41

** Mei-yin **

—Eso fue lo que él insinuó —dijo el maestro Jinshi un poco desanimado.

Nunca había visto que le pesara pedirme favores imposibles por mero capricho, pero esta vez ha hecho mucho énfasis en que esta tarea será muy problemática.

Parece que el fallecido jefe de un hogar de artesanos dejó algunas de las técnicas en secreto y nunca fueron transmitidas a sus hijos, y no deberían caer en las manos equivocadas, suena interesante la verdad, además, servirá para que amplíe mis conocimientos en la orfebrería.

—Así que, desea que descubra los secretos del orfebre, ¿verdad? —pregunté entusiasmada.

—Aceptaste muy fácilmente —dijo—. ¿De verdad te interesa tanto?

—Mi curiosidad es demasiado grande —me excusé—. ¿A qué se refería con la última voluntad?

—En su testamento describió la distribución de sus pertenencias, el hijo mayor recibió un taller, el hijo de en medio obtuvo un mueble hecho a la medida, y el menor recibió una pecera —me dijo—. Junto con esa descripción también decía que sería genial que todos pudiesen reunirse a tomar té juntos como en los viejos tiempos.

Si tomamos en cuenta la última voluntad, parece que quería que sus hijos se llevaran bien entre ellos, lo más probable es que supiera que con su muerte la distancia entre ellos crecería mucho, quizás exista un significado más profundo en la última voluntad.

Y si comparamos lo que recibió cada hermano, es más que obvio que el hijo menor fue el menos favorecido de todos.

—Parece que la herencia favoreció demasiado a los hijos mayores —observé—. Tal vez pueda descubrir algo partiendo de ello.

—No pregunté demasiado sobre los detalles —me dijo—. Pero, en caso de que te interesara, pedí la dirección.

Y me entregó un sobre.

Ya tenía esto preparado, pareciera que lo predijo desde el principio, que conveniente.

(...)

Me tocó que me acompañara de nuevo el militar del caso del namasu, el oficial Basen.

—Se hicieron los arreglos pertinentes con la familia —me informó—. Para el registro, yo soy el investigador y tú eres mi asistente.

—Como usted ordene —respondí manteniendo mi distancia.

Él solo habla lo indispensable, no parece que sea del tipo reservado, más bien parece que no le agrado, ¿qué pude haber hecho para que llegáramos a esto? Este oficial solo me ha visto dos veces y ya me detesta, ya que.

Cuando llegamos a la casa, esperé a que el oficial Basen tocara y nos dejaran entrar, y mientras esperábamos, vi un enorme árbol en el patio de la casa.

Un árbol de castañas, que bonito.

En ese momento, abrió un joven con una sonrisa muy amable y noble.

—Ya fui informado de su visita, por favor entren.

Entramos en silencio y comencé a ver toda la casa.

El lugar está bien cuidado.

Y mientras veía, vi una piedra muy peculiar que llamó mi atención.

—¿Qué es eso? —pregunté.

—Mi papá lo encontró mientras buscaba materiales y pensó que parecía interesante —me dijo—. Como verás, le gustaba coleccionar cosas inusuales.