Capítulo 24

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—Este es el Palacio de Diamante, donde reside la señorita Lishu —declaró Gaoshun.

Entramos al palacio y me incliné.

—Con su permiso.

—Bienveni... ¿cómo? ¿No vinieron con el maestro Jinshi? —preguntó un tanto confundida.

—Lamento haber venido de forma tan repentina —me disculpé.

—Bueno... ¿y que quiere de mí una dama de compañía de otro palacio? —inquirió con un cambio evidente de actitud.

No hay duda de que la señorita Lishu es hermosa, pero todavía es demasiado infantil para expresar su feminidad.

Y como supuse, en comparación la lujosa ropa que llevaba en la fiesta del jardín, la linda ropa que trae hoy le queda mucho mejor.

—Hay algunas cosas que quisiera preguntarle —respondí.

Se me quedó mirando y se dio cuenta de quién era.

—Eres la chica de la fiesta del jardín... ¿qué deseas saber?

—¿No le gusta la miel? —pregunté.

—¿Cómo lo supiste? —dijo sorprendida.

—Bueno... es que es muy evidente —me reí.

A lo que ella respondió haciendo un puchero.

—No es raro que alguien que ha tenido una intoxicación alimenticia no pueda manejar una comida específica como esa —expliqué—. ¿Alguna vez ha experimentado dolor de estómago debido a la miel?

—No, no es por eso, realmente no lo recuerdo bien... ya que es algo que ocurrió cuando era solo una niña —negó—. Me dijeron que estuve a punto de morir, ya que accidentalmente comí un poco de miel, a partir de entonces, mi nodriza y mis damas me prohibieron comer miel.

—Ya veo...

—¡Espera! Hablar de manera tan bruta con la señorita Lishu... ¡estás siendo imprudente! —gritó una de sus damas—. ¿Qué es lo que quieres?

Aun cuando ni siquiera ayudaste a tu concubina durante la fiesta de té del otro día, ¿te crees con la posición de hablarme así?

Estas chicas son de las que actúan como sus aliadas tratando a los forasteros como enemigos.

—No estoy hablando contigo —espeté—. Y tenemos la misma posición, así que no me grites.

Al hacer que la señorita Lishu crea que está rodeada de enemigos, pueden hacerle creer que son sus únicas aliadas y aislarla de los demás, para ella la única opción que le queda es depender de sus damas de compañía.

Si ella misma no se da cuenta de que está siendo manipulada, entonces no hay forma de que la gente del exterior se dé cuenta, es un ciclo vicioso.

—Además, vine aquí por una orden directa de un oficial militar con un gran rango —mentí—. Te sugiero que cuides tus palabras conmigo.

Todas las damas se callaron y me fulminaron con la mirada.

Que detestables son.

—Señorita Lishu, una última pregunta.

—Dime.

—La jefa de damas de compañía, la señora Fengming... ¿qué relación tiene con ella?

Por su reacción... acerté en mi pregunta.

—Bueno... eso...

Miré a Gaoshun y asentí para hacerle saber que mis sospechas se confirmaron.

—Si es posible, ¿podría contarme la historia con todos los detalles?

Noches efímeras | JinshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora