Capítulo 88

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Para llegar al lugar de la cacería hay que viajar dos horas en carruaje y media hora más para subir a la montaña, lo más probable es que los animales que sean cazados acaben cocinándose aquí mismo.

Y la gente de fuera del palacio interior no parece ser consciente de que el maestro Jinshi es un eunuco, aunque claro, menos saben que en realidad no lo es, así que él sigue usando Kousen como nombre, y participa con una máscara.

Aunque... bueno, lo he notado un poco tenso desde que llegamos, ¿querrá hablar de algo? Espero que no esté planeando hablar de algo importante en este lugar, no es el momento ni la situación adecuada ya que alguien podría oír.

Me di una vuelta por el lugar y vi que estaban preparando la comida, así que no vi necesario ayudar.

Entonces vamos a dar un paseo.

Pasé más allá de las tiendas de campaña y vi la verdadera belleza del bosque en el que nos encontrábamos.

Puedo oír el sonido del agua, me imagino que habrá una cascada cerca.

—¡Buen chico!

Esa voz...

Me asomé un poco y vi al señor Lihaku jugando con un perro de forma muy amena, así que me hinqué a su lado y jugué también un poco con el perro.

—Buenas tardes, señor Lihaku —saludé.

—¿Cómo sabe mi...? ¡Espera, esa voz! —declaró—. Eres tú, ¿verdad, muchacha? ¿Qué haces con esas ropas tan finas?

¿Cambiaré mucho? Siempre llevo la misma ropa de las sirvientas del Palacio de Jade, para identificarme como una de sus damas de compañía y para que se sepa mi rol como catadora de venenos ya que es una norma que se nos debe de identificar dentro del palacio interior.

—Como sabe, yo recibo órdenes —respondí vagamente.

Una de las cosas más interesantes y favorables del señor Lihaku es que no hace demasiadas preguntas, aunque no sé si sea del todo bueno el hecho de que alguien aquí me conozca.

—En realidad, estamos en la misma situación —admitió—. Alguien me hizo venir para servir de guardaespaldas, pero luego solo me dijeron que cuidara al perro.

Se agachó a su lado y le frotó con fervor la cabeza.

—Son tan crueles...

Es bueno que esté aquí como parte de sus obligaciones, aunque supongo que ahora se ha estado abriendo camino en la corte imperial, pero cuanto más alto llegue, más oposición tendrá que afrontar.

—Señor Lihaku, ¿qué es eso?

Parece una especie de silbato especial, no puedo escuchar su agudo sonido.

—Mira.

Lo sopló y el perro se agachó y luego se sentó y después se levantó moviendo la cola.

—Es muy inteligente —observé.

—¿Verdad? Puedo hacer que venga corriendo desde kilómetros de distancia si es necesario —dijo orgulloso.

—Es increíble.

—Es así de inteligente, y, aun así, quieren utilizar eso al final.

Y ambos alzamos la mirada para encontrarnos con un halcón volando por los aires.

Los halcones tienen más prestigio, pero los sentidos del olfato de los perros no se comparan con los de las aves, aunque sin duda su vista es asombrosa.

Noches efímeras | JinshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora