Capítulo 71

288 63 5
                                    

Al terminar decenar, acompañé a Hongniang al funeral, y al entrar vi que las sirvientas personales de la difunta estaban repartiendo algunas flores a los que venían, pero vi algo que me llamó la atención mientras recibía una de ellas.

¿Urticaria en las manos de las sirvientas? Está inflamada y muy roja, esa cicatriz parece...

Presenté mis condolencias a la difunta.

La que falleció era la hija de un funcionario de alto rango, así como alguien que tenía un alto prestigio entre las concubinas de medio rango, la concubina Jin... hace alrededor de un año, se encerró en su habitación justo después de que su salud comenzara a deteriorarse, y finalmente falleció por una intoxicación alimentaria.

—Aunque podría haberse ido a casa si lo hubiese querido —dijo Hongniang—. El emperador nunca la visitó...

—Es raro que te expreses así —observé.

No fue hasta ese momento que se dio cuenta de lo que estaba diciendo y el lugar en el que estábamos, así que se acercó a mi oído.

—Hubo un incidente antes de que vinieras aquí, en el que la señorita Gyokuyo fue envenenada —susurró—. Es muy probable que la culpable fuera...

Y miró discretamente hacia atrás.

Entiendo, no hay forma de que deseara el bienestar de alguien que podría haber lastimado a la señorita Gyokuyo, más bien, se sentiría más tranquila después de este incidente... aguarda.

Y de pronto, todo encajó.

La señorita Gyokuyo ya fue atacada por la concubina Jin en el pasado, y ahora que está embarazada, tiene más razones para desconfiar que ella u otras intentaran lo mismo, es muy probable que mi señora pudiera desear envenenar a la concubina Jin como medida de precaución para no ser ella misma envenenada... ¿y si el culpable del envenenamiento usó hongos?

La imagen de la cálida sonrisa de mi señora vino a mi mente.

Ahora entiendo porque el maestro Jinshi quería mantener a mi señora ajena a la solicitud de buscar hongos venenosos, si su sirvienta principal supiera que él sospecha de su concubina, entonces no importa lo atento que fuera, su relación comenzaría a agrietarse.

La verdad, es imposible que la señorita Gyokuyo fuera capaz de hacer algo así, entiendo que el trato del maestro Jinshi debe ser neutral con todas las concubinas, aunque hay muchas formas de deshacerse de alguien, entre ellas está el veneno, requiere mucha preparación y conlleva el riesgo de ser atrapada, las chicas tampoco planearían un asesinato.

La persona más sospechosa soy yo debido a mis habilidades y conocimientos, y es claro que no lo hice, pero si vino a comprobar mi relación con los hongos venenosos... estoy impresionada de que me mida de esa manera... me reta a su modo.

Quisiera saber los síntomas que mostró la concubina cuando fue envenenada, pero dudo que me lo digan.

Mientras indagaba en mi mente, un fuerte estruendo se escuchó de fondo.

—¡Por favor, para!

Me di la vuelta y vi que una mujer envuelta en vendas y despeinada destapaba con ira a la difunta concubina, revelando sus heridas en el rostro y una clara pérdida de cabello.

—¡Su rostro...!

—¡Cosechas lo que siembras! —exclamó—. ¡Ahora estás mucho más desfigurada que yo!

Esa cicatriz...

(...)

Después de aquella conmoción, seguí con mi trabajo en la recolección de hongos venenosos.

Noches efímeras | JinshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora