Capítulo 49

371 59 17
                                    

Ambos nos dimos la vuelta y nos encontramos al maestro Jinshi con una cara de pocos amigos, y a Gaoshun con su típica mirada de decepción al ver la conducta de su amo.

—La fuerza del señor Lihaku no es particularmente divertida —le dije.

—Bueno, si me disculpan...

Y el señor Lihaku salió corriendo de inmediato.

—Ustedes dos parecen bastante cercanos —me dijo con recelo.

—¿Usted lo cree? —le pregunté—. Solo vino porque había algo que quería discutir conmigo.

Cierto, ya que el oficial Kounen apareció en la conversación, tal vez el maestro Jinshi sepa algo sobre esto.

—Maestro Jinshi, ¿le importaría si habláramos sobre algo?

(...)

—Esas... parecen ser unas conexiones bastante extrañas —dedujo al final de mi relato.

—En efecto.

—Y dime, ¿qué piensas?

—Actualmente, no sé cuál sea su objetivo, más que esperar a que un incidente en particular tenga éxito... colocaron varias trampas con la esperanza de que algunas se activaran —respondí—. Si ese es el caso, todavía podía haber algunas tácticas que estén por ocurrir, pero no puedo asegurarlo.

Es difícil determinar si estos eventos realmente fueron accidentales o premeditados, la posibilidad de que fueran meramente una coincidencia no se puede descartar.

—¿No te interesa lo que está pasando? —me preguntó confundido.

No es que no me interese, la verdad estas situaciones extrañas me siguen llegando y la curiosidad me mata.

—La verdad, sospecho que, si estos eventos no fueran mera casualidad, y yo cometiera un error... sería muy riesgoso —le dije.

Me parece peor convertirme en una concubina de alto rango y complacer en la cama al emperador que ser decapitada, pero no puedo decir eso frente a Gaoshun sin levantar sospechas sobre lo mío con el maestro Jinshi.

—Si usted me lo ordena, investigaré hasta donde pueda llegar —finalicé.

—No te ves muy emocionada... ya sé —declaró—. ¿Qué quieres como recompensa?

—¿Recompensa? —repetí—. No estoy en posición de pedir nada a cambio.

—Insisto, dime que quieres y te lo daré.

En ese momento no hay nada que yo quiera... tengo una farmacia personal, un huerto medicinal que cultivo a mi antojo, salgo de vez en cuando al barrio rojo, ropa de calidad y un trabajo que me gusta como asistente del maestro Jinshi.

Incluso tengo este pequeño secreto... ¡eso es! La señorita Gyokuyo... no le contado sobre esto y tampoco a mis amigas del Palacio de Jade.

—Bueno... me gustaría ir a visitar a la señorita Gyokuyo —respondí—. Tiene tiempo que no las veo y me gustaría saludarlas.

—No hay problema —dijo de inmediato—. Te daré una semana de visita, como amiga, no como sirvienta, si resuelves esto.

Los ojos me brillaron y sonreí emocionada.

—En ese caso, me esforzaré al máximo, iré recolectando la información poco a poco —declaré.

—Ya la escuchaste Gaoshun, prepárate para prestar tu ayuda.

(...)

Al día siguiente, me puse a investigar de inmediato, y el lugar indicado era el edificio donde se guardaban todos los documentos importantes.

Noches efímeras | JinshiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora