Me sostenía de los hombros de Harry, sus embestidas me acercaban al clímax, sacaba gemidos y él los intentaba callar dándome besos, aunque a él también se le salían. Cuando ambos llegamos al orgasmo él se quedó encima de mí dándome todo su peso por aguantar, no es que pesara mucho pero me daba aún más calor.
Después de unos momentos intentando que nuestras respiraciones se regularan el salió de mí y caminó al baño para depositar en el basurero el condón, me sentía aun incomoda viendo eso así que me gire y me tape con las sabanas. Me sentía asquerosa pero llena de felicidad.
-no sé cómo te lo tomes pero últimamente estoy odiando usar eso –su voz se escuchó justo cuando la tapa del basurero se cerró.
Estaba pensando ir al médico muy pronto, antes de que me fuera con mi padre y que mi madre regresara.
-ya –le dije, me sentía aun incomoda.
Harry se rio y sentí un movimiento en un lado de la cama seguido de sus brazos envolviéndome.
-me sorprende que aun te sonrojes y eso –su aliento chocó en mi cuello mandando descargas, y como si mi cuerpo lo haya escuchado me sonroje.
Sus dedos mandaban caricias en mi estómago y sentía que me quedaba dormida.
Su nariz acarició mi cabello.
-no te duermas, aún tengo ganas de ti.
Mi cuerpo se encendió rápidamente, una de sus manos viajo a un pecho y lo apretó.
-siempre tengo ganas de ti –dijo, me dio besos por el cuello y lentamente se colocó encima de mí, sentí su erección rozando mi pierna.
***
Mi cuerpo estaba sudando, los brazos y piernas de Harry me envolvían. Intenté moverme un poco pero sólo hizo que me abrazara más.
-Harry, déjame ir –le pedí, el saco un quejido y se movió para apretarme más a él –.quiero ir al baño –le dije, mi mano que estaba libre de su prisión le acaricio las cejas.
Su erección matutina me presiono más cuando mis dedos acariciaron toda su casa.
-suéltame, por favor –le dije sintiendo la vejiga a punto de explotar.
Saco un gruñido y me soltó, se dio vuelta y abrazó una de las almohadas.
Sentí el aire fresco en mi cuerpo sudoroso, me levante y camine al baño. Me di un baño y hacer lo que tanto le pedía a Harry que me dejara hacer.
Cuando salí Harry aún estaba durmiendo, sus labios estaban entreabiertos. Salí de la habitación para ir a la cocina, espero aun Harry tenga algo para comer.
Busqué algo para hacer rápido y ligero pero no había, así que calenté agua para dos tazas y espere. Me fui a sentar a la sala y encendí la televisión con un volumen bajo hasta que escuche que el agua estaba hirviendo.
Prepare los té y me tomé el mío lo más rápido posible. Al acabar tomé el de Harry y lo lleve a la habitación. Harry estaba sentado en el centro de la cama rascándose el cabello. Al verme sonrió, bajo su mirada a la taza de té y se lo ofrecí. Lo tomo y le dio un sorbo grande, saco un sonido de aprobación.
-aun es temprano ¿Por qué te levantaste? –me pregunto.
-bueno, me estabas matando del calor.
El clima en el país estaba cambiando, ahora era más templado, ni frio ni calor. Agradecía tanto eso.
Harry palmeo la cama con su mano que no sostenía la taza indicándome que me santeara. Así lo hice.
ESTÁS LEYENDO
El Boxeador Es Mio
Novela JuvenilDos caminos diferentes son unidos, llámalo destino o simplemente coincidencia. Dos personas, más bien polos opuestos, se encuentran para formar recuerdos, desagradables o hermosos. Una bailarina, con pasos tan delicados como un cisne, pasos estudiad...