Capítulo catorce

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El día al fin había llegado. Harry estaba relajado, con su cabeza apoyada en mis muslos mientras yo acariciaba su cabello y evitaba mostrar que estaba nerviosa.

Hoy seria el día de mi presentación. Sé que debería de poner mas atención a eso pero no era la razón por la cual estaba así. Si alguien me preguntara si la razón de los nervios era Harry estaría negándolo rotundamente, pero mentiría. Claro que era por él.

-vamos, nena. Tu presentación saldrá bien -Harry abrió uno de sus ojos que no me había dado cuenta que tenia cerrados y su vista se dirigía a mi. Quizá se había dado cuenta que apreté un poco su cabello. Vamos, ¿quién no se daría cuenta de eso si es su propio cabello?

-si, claro, es solo que... No creo haber practicado lo suficiente -mordí mi labio en espera de que se lo creyera.

-¿bromeas? -abrió el otro ojo y alzó las cejas -estos últimos días estuviste como loca en ese lugar, a penas si pude verte.

Acarició mi mejilla y volvió a cerrar los ojos.

Si, estuve Matándome en ese lugar, pero era porque no podía de parar de pensar que algo pasaría. Me importaba la seguridad de Harry.

Hoy visité a Harry en su casa porque era el único día en el que debía descansar para estar listo en la noche.
Hablamos de como íbamos a hacer para estar el uno para el otro en los eventos pero fue casi imposible. Harry dijo que solo podía ir y decirme "buena suerte" antes de irse para su último entrenamiento. Y yo, bueno, tenia que ir a la estúpida cena porque mamá dijo de último momento que si iría.

Recuerdo haber tenido una pelea con ella sobre eso.

-habíamos quedado en que no iríamos, no quiero ir a ese leguar, mamá, por favor -rogué sentándome en el sofá mientras ella mantenía una taza de en las manos. Harry había insistido en que tomar era mejor que café para ella. Y claro que le hizo caso.

-estarán las personas de las becas, tenemos que ir y hablar con ellos al menos

Frustrada tomé mi cabello.

-bien, luego de eso me iré tengo planes con Harry.

-ese chico me agrada pero no debe de influenciar en tu futuro -dijo mi madre casi forzosa, como si eso quisiera creerselo ella misma.

-lo amo, si es que acepto la beca tengo que aprovechar el máximo tiempo con él y hablar sobre ello.

El Boxeador Es MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora