Estaba negando con la cabeza por la tonta idea que mi amiga me estaba diciendo.
-¡Oh, vamos! es solo por hoy -me dijo haciéndome pucheros a los cuales volví a negar.
-No Sam, no iré contigo, lo hice una vez y me quedaste muy mal.
-Por favor, tú sabes que él me gusta -dijo mientras tomaba mi mano en forma de súplica.
Ella se refería a Cody, un chico castaño, ojiverde, alto, labios rosa pálido y un cuerpo para morirse. Ella me había pedido que la acompañara a su primera cita con él, ella es algo tímida solo cuando se trata de un chico que realmente le gusta.
Me había negado porque quiere que este acompañada del mejor amigo de él, no sé cómo se llama y no me importa. No quiero ir. Porque lamentablemente ella siempre ha querido buscarme un chico que quiera ser mi novio o quiera pasar el tiempo conmigo y esa es también una de sus razones. En realidad eso ahora no me importa.
-Prometo que solo será esta vez, Jade -dijo insistiendo otra vez. Suspire.
-Está bien -dije rendida. Ella dio un grito y un salto a la vez, para luego envolverme con un abrazo diciendo ''gracias'' varias veces.- Solo por esta vez. -aclare.
-Sí, como tú digas -grito feliz. - ahora vamos a mi casa que el pasara por mí a las cuatro.-dijo mientras veía su reloj y me arrastraba fuera del centro comercial.
Habíamos llegado lo más rápido que pudimos, ya que el acelerador no le daba más, o al menos el límite de velocidad. Subimos a su habitación a buscar algún atuendo para las dos, Sam por suerte es de la misma talla que yo, incluso de los zapatos.
Ella y yo somos diferentes, sus ojos son color miel, los míos azules; su cabello liso rubio oscuro, el mío ondulado castaño; ella es tres centímetros más grande que yo; ella y yo somos de tez banca. Somos algo distintas pero nos adoramos entre sí.
-Ve a buscar lo que necesites, yo llevare este vestido. -dijo colocando el vestido frente a ella viendo lo bello que se podría ver en ella, era uno negro que se podía ajustar perfectamente a su cuerpo y caer hasta tres dedos arriba de su rodilla, era brillante, de tirantes delgados y algo escotado de enfrente.
-Perfecto.- sonreí y ella dio un salto antes de dejarlo rápidamente hasta su cama y regresar para buscar unos zapatos en su gran estante llena de todo tipo de calzado. Su armario consistía en una habitación más grande que mi baño. Y su cuarto estaba saliendo de él.
-Creo que llevare unos jeans -ella hizo un sonido como ''Mjm'' en aprobación.
Examinaba su armario intentando buscar un atuendo perfecto para esta ''cita doble'' que mi amiga y yo tendremos, la diferencia es que ella si conoce a su chico.
Encontré por fin unos jeans azul oscuro, una camiseta negra de tirantes, ajustada, y una chaqueta negra. Me gire a verla, ella tenia en sus manos dos pares de zapatos, yo examine ambos zapatos, eran negros;uno era aproximadamente de 15 centímetros y eran abiertos, y los otros están del mismo tamaño pero eran botines de tacón grueso. Supe que ella no le quedarían bien los botines así que decidí agarrarlos y que ella se quedara con los otros que se le verán bien en su vestido.
Sonrió con aprobación y ambas salimos de su armario para empezar a arreglarnos.
-¿Tu madre note dirá nada si iras conmigo? -dijo mientras se deshacía de su blusa al igual que yo.
Ella y yo teníamos mas de 6 años de conocernos y ya teníamos la suficiente confianza para cambiarnos enfrente de la otra, incluso lo hemos hecho desde que teníamos 13 años, que fue la edad en la que nos conocimos.
-La llamare o le mandare un mensaje para avisarle que me quedare aquí contigo, espero no les moleste a tus padres.-dije mientras me colocaba la camiseta y ella su vestido. En este momento había deseado haber elegido un vestido pero odio usarlos cuando no sé a dónde vamos o con quien saldré.
-Claro que no les importara, solo avisare cuando regresemos. -dijo sonriéndome y yo hice lo mismo.
Habíamos terminado de arreglarnos, estábamos maquilladas y peinadas justo diez minutos antes de que Cody pasara por nosotras. Le mande un mensaje a mi madre, sobre que me quedaría con Sam y ella me respondió que no habría problema, siempre y cuando, regrese temprano a casa para la cena familiar de todos los domingos.
-Me deberás una y muy grande.-dije negando con la cabeza mientras me sentaba en su cómoda cama.
-Ya te dije que sí.-sonrió nerviosa. Oh por Dios, nunca había visto a mi amiga tan nerviosa y entusiasmada. - él es un chico muy dulce. -suspiro y se sentó al lado mío, la vi con cara asombrada
-¿Tú, hablando de un chico mientras suspiras? ¡Wow! esto es sorprendente.-ella rio y me golpeo suavemente el hombro y yo reí mas.
-Es muy lindo -dijo viéndome.-además, su amigo es mucho más guapo, es solo que yo prefiero a Cody, es más... Cody -volvió a reír
-Cállate, que me harás cambiar de opinión.
Un sonido de un auto nos dejó a ambas con el corazón más acelerado. No es que este nerviosa, es solo que estoy muy feliz de que Sam haya encontrado a alguien. Ella tomo rápidamente mi mano y pasamos por su mesita a recoger su bolso y mi celular que casi se cae de mi manos al movimiento que ella hacia sobre mí.
Llegamos hasta abajo y paramos en la puerta, ambas hicimos lo que siempre hacíamos antes de salir de una fiesta, nos pusimos enfrente de la otra y nos dimos un rápido vistazo a ver si nos veíamos bien. Ambas reímos por eso y nos tomamos de la mano para luego dejar que Sam abriera la puerta y dejara ver el jardín delantero de su casa y la camioneta negra que estaba estacionada frente a nosotras. Dimos unos cuantos pasos tímidas hasta llegar cerca.
La puerta del piloto se abrió y Sam dejo de respirar por un momento, le di un golpe y ella volvió a la tierra, el chico que había descripto antes rodeo el auto y se acerca a nosotras con una hermosa sonrisa, me dio un beso en la mejilla y luego se acercó a Sam y le dio un beso y un abrazo haciendo que me alejara de ella. Cuando por fin se separaron ambos me vieron y sonrieron, caminamos más a la camioneta y Cody abrió la puerta de Sam y la mía. Ambas le agradecimos y subimos.
Había sentido a alguien al lado mío y por instinto gire a ver, la puerta del piloto se abrió y rápidamente la luz ilumino dentro del auto, pude ver al chico que estaba a la par mía. Su cabello se veía negro, era delgado pero su camiseta blanca dejaba ver que tenía un cuerpo trabajado, era de tez blanca. Había girado a verme rápidamente, sus ojos eran hermosos, de un color azul profundo, sus labios eran finos y hermosos. Era un chico realmente guapo.
-Él es mi amigo Harry.-dijo Cody, cuando por fin cerró la puerta.
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El Boxeador Es Mio
Novela JuvenilDos caminos diferentes son unidos, llámalo destino o simplemente coincidencia. Dos personas, más bien polos opuestos, se encuentran para formar recuerdos, desagradables o hermosos. Una bailarina, con pasos tan delicados como un cisne, pasos estudiad...