Capítulo trece

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Salí antes del gimnasio dejando a Harry entrenar con mas tranquilidad. Me fui caminando, lo cual a él no le pareció buena idea por la hora. Pero me dije que lo llamaría cuando estuviera en su casa.

Estar aburrida era una de las cosas que mas detestaba, no sabia a donde ir ni con quien. Normalmente Sam era mi única verdadera amiga. Mis antiguos amigos se fueron alejando cuando comenzaron las vacaciones, hubo un tiempo en el que solíamos salir sin falta los viernes pero eso pasó justo cuando los exámenes de universidad se acercaban. Era una de las razones por la cual no me gustaba ir a la universidad: plantación de exámenes. Solía ser buena en el colegio pero no era lo mio, lo cual solo era ballet y otras actividades practicas.

Al llegar a casa de Harry le mandé un mensaje, del cual me contestó rápidamente. Rodé los ojos al ver lo protector que era, y llegaba a entenderlo, jamás pudo cuidar de su madre y su hermana.

Sin hacer nada mas me limité a tirarme en el sofá y ver mis redes abandonadas del teléfono. Una llamada internacional fue iluminada en la pantalla evitando que comentara una foto.

-¿hola? -dije.

-¡cariño! Es bueno escucharte, ¿como has estado? ¿Harry te ha cuidado bien? -mi madre sonaba demasiado emocionada, y como no, no nos hemos visto en mucho tiempo.

-hola, mamá -dije mientras rodaba los ojos, no iba a responder a eso, y ella lo sabe. 

-ya estoy casi apunto de salir de este lugar e ir contigo, tienes cosas que contarme. Hablé con Zack y me contó sobre tu beca ¿por qué no me lo dijiste?

Oh joder, Zack. Idiota.

-sabes que no me tomo esas cosas en importancia. No quiero irme, y si lo hago, ya te lo hubiera dicho.

-bueno, pues podemos hablar de eso cuando vuelva a casa, de seguro que es una buena oferta y todo -mamá sonaba muy emocionada al respecto.

Me levanté del sofá dispuesta a merodear por allí y despejar mi cabeza.

-me parece bien, mamá. Llámame cuando estés por salir, quiero ir a recibirte al aeropuerto. Me mandas un mensaje con los datos.

-claro, cariño. Te extraño, nos veremos pronto -sonreí cuando colgó. Mamá no era mucho de demostrar su cariño de esa manera, lo cual me hacia inmensamente feliz.

***

Salí rápidamente del auto de mamá, me aseguré que tenia llave el auto y trotre hasta la entrada del gran edificio, las personas entraban y salían haciendo mi movida rápida mas tardada de lo que creía. Esquivando personas alcancé a ver el letrero grande de arriba. El vuelo se había atrasado.

Suspire pesadamente. Estaba en el gran aeropuerto sola y sin saber hasta cuando entrara el maldito avión de donde viene mi querida madre. Frustrada y sin saber que hacer, me acerqué al mostrador y pregunté sobre el vuelo.

-llegara pronto, tuvieron problemas al pasar El Salvador -la señorita me sonrió después de despegar su mirada del computador. Le agradecí amablemente y me alejé para sentarme en uno de los lugares mas cercanos. Un niño estaba allí junto a su madre, lloraba desesperadamente pidiendo que se fueran a casa rápido, la madre, enojada y frustads, decidió no ponerle atención al niño sin importarle que las personas a su alrededor ponían cara de desagrado.

Los británicos, por naturaleza, suelen ser algo rectos y amargados. Supongo que no es de todos los días ver un niño grtitar de esa manera en un aeropuerto.

Una llamada entró sonando acompañada de los gritos del niño. Presioné la pantalla y atendí la llamada.

-¿dónde estás? -Harry  hablaba en la otra linea.

El Boxeador Es MioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora