El Boxeador Es Mio

Capítulo ocho

Regresar a casa era lo mejor. Me había negado a bañarme en el gimansio y aun mas cuando Harry quería acompañarme. Decidí que lo mejor era regresar a mi casa, quizá podría bañarme mejor de lo que me baño en casa de Harry. Tenia mi acondicionador favorito y mi shampoo.

Harry cerró la puerta después de que entró.

-tengo una idea -llamó mi atención. Me gire a verlo justo cuando estaba subiendo las gradas -vamos a la playa. Nos queda a unas cuantas horas.

Era un día domingo, para ir seria perfecto pero debimos haber ido hace mas de cuatro horas para pasar un buen tiempo.

-es tarde ya. Además, mañana hay que trabajar, o al menos tú.

Dejó caer los hombros y me miro con una cara enojada.

-deja de pensar en eso.

-no, Harry. Hace mucho que no trabajas y te la pasas todo en tiempo conmigo, eso no se debe. Yo he dejado de ir a ballet también y ya es hora de regresar.

-tranquila, podemos hablar de esto luego. Y bien ¿vamos? -alzó las cejas.

Saqué un suspiro irritado y me fijé en sus ojos.

-claro, pero prometeme que hablaremos de tu trabajo -lo señale. .

-no prometo nada -se encogió de hombros.

Sin decir mas me dispuse a volver a subir.

-Sam tiene una casa por la playa, se ha ofrecido a prestarla -gritó cuando yo ya estaba en en último escalón.

¿ cuándo llamó a Sam sin que me diera cuenta? Y ¿ porqué decide hacer esas cosas justo ahora?

Cuando salí de bañarme encontré a Harry acostado en mi cama.

-me trae bellos recuerdos. Siempre -me sonrió y me sonroje. Lo peor es que estaba solo con una toalla alrededor de mi cuerpo.

-me tengo que cambiar, Harry -un quejido salió seguido de eso.

-no te estoy impidiendo que no lo hagas -colocó sus manos por detrás de su nuca.

No me cambiaría enfrente de él, almenos no ahora.

Me senté en la esquina de la cama y me dispuse a secar mi cabello con otra toalla que estaba cerca.

-permiteme -dijo Harry. La cama tuvo unos movimientos haciendo que subiera y bajara, las manos de Harry tomaron mi cabello y la toalla, y comenzó a secarlo con movimientos suaves.

-de seguro a las chicas que le hacías eso estarían muy complacidas y dispuestas a hacer lo que quiera -bromeé.

-jamás hice esto por una chica. Bueno si, pero era mi hermana.

Mordí mi labio inferior y me dispuse a callar. Esperé a que decidiera que su trabajo había acabado y me levanté a buscar algo para ponerme y una mudada para la playa.

-¿has sabido de tu madre?

-si, poco.

Le eché una mirada y noté que estaba peinándose el cabello involuntariamente.

Me coloqué nuevas bragas sin quitarme la toalla.

-no quiero hablar de eso, Jade. Son cosas que aun no estoy listo para enfrentar.

Volví a verlo y supe que hablaba en serio. Caminé hacia él y me puse a horcajadas sobre él.

-era sólo una pregunta. No esperaba a que me contaras absolutamente todo. Tomate tu tiempo -acaricié su cabello y lo obligué a levantar su rostro para poder verlo bien. Le di un beso y sonreí.